Desde los primeros tiempos, argentinos, uruguayos y brasileños hicieron de sus enfrentamientos espectáculos de alta calidad, lo que generó entre ellos una fuerte rivalidad deportiva.
Con los orientales los choques se organizaron desde la primera hora de nuestros combinados, no siendo tan frecuentes los encuentros con Brasil, jugándose el primer partido entre selecciones en 1908 y reiterándose recién en 1912, en ambos casos por causa de giras que nuestro representativo realizó por tierras cariocas.
Ante tal circunstancia, Julio Argentino Roca, ex presidente de nuestro país, estaba en 1914 empeñado en una política de estrecha colaboración entre ambas naciones y conscien. te de la importancia del deporte en el acercamiento, donó una Copa que a partir de ese año se disputaria regular. mente a partir de 1922, año en que se jugó la segunda edición de dicho trofeo.
La Federación Argentina se encargó de organizar el primer encuentro, que se llevó a cabo en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires el 27 de diciembre de 1914 y los combinados se alistaron de la siguiente manera:
Argentina: Rithner; Bernasconi y Galup; Lanús, Naón y Sande; Sayanes, Lamas, Leonardi, Piagio, Izaguirre y Crespo.
Brasil: Mendoça; Pindaro y Nedy; Lagrecca, Salles y Pernambuco; Gómez, Bartholomeu Milton Juniors, Friederich y Silveira,
Este encuentro finalizó con la victoria del conjunto carioca por 1-0, quedando de esta forma la primitiva Copa Roca en manos de los brasileños para siempre, ya que el trofeo que se instituyó para disputarse periódicamente fue otro creado por ambas Ligas.