Fritz Walter, «el hechicero», capitán de la Alemania Federal poco antes de ser campeón del mundo en el Mundial de Suiza 1954, paso por momentos muy duros durante la II Guerra Mundial.
Fritz Walter habia sido reclutado por el Ejército nazi para la tarea de paracaidista. Fue capturado y puesto prisionero de guerra pasando sus dias en el campo de concentración de Marmaros-Sziget. Allí, Fritz Walter pasaria sus escasos momentos libres jugando al fútbol con los soldados húngaros y eslovacos mientras vigilaban a los presos alemanes.
Cuando los fuerzas soviéticas tomaron el poder del campo de concentración, llevaron a todos los prisioneros de guerra alemanes a un campo de trabajos forzosos en la Unión Soviética, donde la esperanza de vida era de unos cinco años.
Allí, uno de los soldados húngaros que había visto jugar al fútbol a Fritz, les mintió a los jerarcas soviéticos afirmando que Fritz no era alemán sino austriaco.
Luede de finalizada la guerra, enfermo de malaria, Fritz volvió a jugar el deporte que le salvó la vida en el único equipo en el que jugó durante toda su carrera, el Kaiserlautern, ganando dos Bundesligas en 1951 y 1953 y ganándose la confianza del técnico Sepp Herberger en la selección de la Alemania Federal.
Fritz llega al Mundial de Suiza con 34 años de edad, era la esperanza de un país, por aquel entonces, sin tradición futbolística sumado a la malaria que lo debilitaba esporádicamente.
Pese a esto, supo liderar a un equipo que entraria en la historia del fútbol mundial en el famoso «Milagro de Berna» proclamandose campeón del mundo tras vencer a Hungría, curiosamente el país que salvo su vida durante la II Guerra Mundial.
(puedes leer aquí: la historia del Milagro de Berna)
Finalmente fallece el 17 de junio de 2002 a los 81 años mientras dormía en su propia casa,