Boca Jrs.

1931 Como llega Boca al Profesionalismo

EL CAMPEÓN DE 1930 CON GRAN CHANCE

Al iniciarse el profesionalismo, Boca Juniors se presentaba en su carácter de brillante vencedor del campeonato metropolitano de 1930, que es uno de los dos más extensos que registra el historial de nuestro fútbol —el otro fué el de 1928—, ya que intervenian 36 equipos. Boca se impuso sobre 29 de ellos, empató con 3 y perdió con los 3 restantes. Este titulo magnífico fué revalidado por Boca Juniors en ocasión de jugarse el primer partido entre profesionales que registran los anales del fútbol nacional, y que tuvo lugar el 24 de mayo de 1931 en el estadio de San Lorenzo de Almagro; ese dia Boca Juniors jugó amistosamente con una combinación integrada por jugadores de San Lorenzo y Platense, a la que se impuso por 1 a 0.

El primer campeonato porteño, entre los 18 equipos profesionales que integraban la flamante Liga Argentina, se inició el domingo siguiente.

LA NOVEDAD

La primera novedad del naciente profesionalismo la constituyeron las caras, hasta entonces desconocidas, que los “hinchas” comenzaron a ver en sus equipos predilectos.

Pertenecian a jugadores de Córdoba, Santa Fe, Tucumán, del Uruguay, o a otros que hasta ese momento habian militado en equipos pequeños, de los cuales se fueron desprendiendo en busca de meJores horizontes económicos.

En el poderoso plantel de Boca Juniors de 1930 no hubo por cierto muchos cambios; apareció el arquero Fossatti y el zaquero Dedovich, este último para alternar al. gunas veces en esa zaga casi legendaria quecompletaron Ludovico Bidoglio y Ramón Mutis; el centro medio rosarino Cataldo Spitale para compartir con el inolvidable paraguayo Manuel Fleitas Solich sus últimos partidos en el equipo de la ribera, y el inventor de la “marianela”, Juan Evaristo, para llenar la vacante que dejaba el aleJamiento de Segundo Médice, fueron los cambios más notables que se operaron en la linea media de los boquenses, Evaristo, que desde las filas de Sportivo Palermo había ascendido al cartel internacional, había tratado de incorporarse algunos meses antes al fútbol italiano, junto con su hermano Mario, pero al no poder hacerlo por razones ajenas al fútbol, regresaron al pais y se imcorporaron a Boca a partir del partido contra Atlanta, el 30 de agosto.

En la linea de ataque, en la que ya no se alistarian Sarco y Bergamini, la nota sensacional estaba constituida por la incorporación de Francisco Varallo, incisivo interior derecho de Gimnasia y Esgrima de La Plata, en cuyas filas había sido uno de los factores principales del campeonato alcanzado por los platenses en 1929, justamente en memorable final con Boca Juniors. También se incorporaba ese año al plantel el cordobés Vargas, eje delantero de fugaz actuación en el equipo ribereño, pero mostrando grandes virtudes para ese puesto.