En 1917 las cosas se modificaron substancialmente para Boca Juniors. Casi podría decirse que se inició ahí una nueva era para la institución boquense, ya que es dable observar que desde ese momento, Boca estaría permanentemente dentro del grupo más calificado del fútbol metropolitano.
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En efecto, en esta temporada Boca Juniors compartió el tercer puesto con el poderoso Huracán de los Bassadone, de Laguna y de Ginebra. En los puestos de vanguardia estaba Racing, que había ganado el quinto campeonato consecutivo, y el River Plate sumamente respetable de Carlos Isola, Cándido García y Gainzarain.
Evidentemente, los “genoveses” comenzaban a buscar un sitio destacado en los anales de eso que podriamos llamar el fútbol argentino “mayor de edad”, y la verdad es que lo hacían brillantemente, puesto que de sus veinte partidos del año, solamente perdieron dos —performance igualada por River Plate, y solamente superada por el campeón—, y convirtiendo 42 tantos, lo mismo que Huracán, cifra que los colocaba en el segundo lugar, detrás de Racing, en la lista de los conjuntos más obsequiosos del año.
En lo que concierne a la representación de Boca Juniors en el equipo nacional, para confrontaciones de carácter internacional, no fué numerosa, pero por lo menos resultó un punto superior a la del año anterior, ya que su puntero derecho Pedro Calomino fué el titular del equipo argentino que disputó las copas “Lipton” y “Newton” y del que intervino en el primer Campeonato Sudamericano por la Copa “América”, “Calumín” era, indudablemente, el mejor hombre en su puesto, en esos momentos.
Contrariamente a lo ocurrido el año anterior, en que el plantel boquense fué por demás numeroso, podría decirse que en esta oportunidad la nómina se redujo a lo indispensable, apuntándose el alejamiento de la institución de algunos valores de fuerte relieve, como los uruguayos Benincasa, Artigas y Scarone, que volvieron a sus pagos; como Garibaldi y Lamelas, que llegaron a formar una pareja de zagueros formidable, o como el delantero Chiappori, que había tenido actuación destacada en el primer escuadrón auriazul.
Claro que también el equipo recibió el aporte de algunos nuevos valores, pero la verdad es que, aunque muy bue. nos, formaban sólo un Pequeño puñado; junto con Mainardi, que vol. via al primer equipo, con Anglese Pagliarini, Acquila, Becaas y el delantero Brichetto, se incorporaba al equipo un brillante Jugador rosarino, Florencio Sarasivar. muChas veces integrante de equipos representativos, tanto de la Asociación Argentina como de la Liga Rosarina.
El plantel que puso a Boca Juniors, como se ha dicho, sobre el
camino de la recuperación, estuvo pues integrado con los siguientes Jugadores: Fabbiani en el arco; Capelletti, Mainardi, Anglese, Sarasivar, Pagliarini y Acquila como zagueros; Capellini, Pieralini, Elli, Becaas, Florentino y Rosato como medio-zagueros, y finalmente, como delanteros, con Calomino, Brichetto, Colla, Bertolini, Valenzano, Corvetto, Ruggero, Garassini y Amores.