Para jugadores, entrenadores, dirigentes y, sobre todo, hinchas de Colo Colo, alcanzar el bicampeonato se transformó, con el correr de los años, en una obsesión. Pensaron que tras esa arrolladora campaña del ’39 había campeón para la temporada siguiente, pero no se repitió la performance, aunque eran básicamente los mismos jugadores. Y luego del titulo del ’41, también se apostó a la repetida…, pero no pasó nada, a pesar de que la estructura humana se mantuvo. ¿Cansancio?… ¿Deterioro individual?… ¿Saturación?… ¿Exceso de aplicación táctica?… Lo cierto es que los momentos estelares tienen su sitio establecido en la historia.
Ésa es la característica que los define corno singulares. Es el toque mágico de lo único, de lo irrepetible. Por eso Colo Colo demoró más de cincuenta años —desde que conquistara su primera estrella— en conseguir sumar dos títulos seguidos. Para ello, ha tenido que gestarse el momento preciso y excepcional, darse las condiciones máximas de todo orden. En lo deportivo y en lo humano. En lo directivo y en lo económico. Incluso, algún soplo de la diosa Fortuna. Quizás el bicampeonato no llegó antes porque algún factor estuvo ausente. Ya en 1942 hay problemas en su dirigencia. El presidente, Róbinson Álvarez, renuncia de manera indeclinable fiente a la asamblea de socios. La competencia se afronta con Tomás Olivo como nuevo timonel.
El año pasa sin pena, pero tampoco con gloria, y la corona es para el Santiago Morning, segundo Magallanes y tercero Colo Colo. En diciembre, los japoneses bombardean Pearl Harbour y Estados Unidos entra a la guerra, ante el jubiloso puro de Winston Churchill y una Inglaterra en el extremo límite de sus fuerzas. En casa, ajenos a tan «mundanal» estruendo, el pueblo colocolino hace votos en Navidad por que el Año Nuevo sea próspero futbolísticamente para su indio querido… Al tronar de esos cañones del viejo mundo, ¿volverá con renovados bríos ese aguerrido espíritu, algo apagado con tantos devaneos tácticos? La pregunta tendrá respuesta positiva.
(Fuente: Colo Colo, Alma de Campeón. Autor: Adamol)