Racing Club se coronó Campeón del Mundo al derrotar en el tercer partido de desempate al Celtic F.C. (Escocia). Fue el 4 de noviembre de 1967 en el Estadio Centenario de Montevideo, obteniendo así la Copa Intercontinental (Actual Copa Mundial de Clubes).
La academia, que había sido el último Campeón de la Copa Libertadores de América en la edición de 1967, debía medirse con el actual Campeón de Europa, en el marco de la Copa Intercontintal.
La Ida
La serie comenzó con el Celtic actuando de local en Hampden Park, Glasgow. Fue victoria del equipo escocés por 1 a 0 gracias a un cabezazo de Billy McNeill, en un partido brusco.
La Vuelta
El partido de vuelta, se disputó en el Cilindro de Avellaneda en Avellaneda (Buenos Aires), también fue duro hasta antes de comenzar el mismo. Ronnie Simpson del Celtic fue golpeado por un objeto arrojado desde las gradas antes del comienzo del partido obligándolo a ser reemplazado por John Fallon. Celtic comenzó ganando 1 a 0, pero Racing Club logró revertirlo por 2 a 1 gracias a los goles de Norberto Raffo y Juan Carlos Cárdenas forzando la serie a un tercer partido de desempate.
El Desempate «La batalla de Montevideo»
La definición de la Copa Intercontinental de 1967 entre Racing Club y Celtic se jugó en el Estadio Centenario en Montevideo, Uruguay. En un partido sin mucho fútbol, y con incesantes encontronazos dejando un saldo de seis jugadores fueron expulsados; cuatro del Celtic y dos de Racing Club. Con la particularidad de que Bertie Auld del Celtic se negó a abandonar el campo al ser «expulsado», jugando hasta el final del partido.
Finalmente fue Racing Club quien anotó el único gol del encuentro en la segunda mitad del match, de la mando del «Chango» Cárdenas, ganando el juego 1 a 0 y, por consiguiente, la Copa Intercontinental, convirtiéndose en el primer equipo argentino en la historia en ganar la competición.
A esta tercera final se la llamó «La batalla de Montevideo», debido a la violencia que la caracterizó.