Vencidos los obstáculos iniciales, que son siempre, al menos en la existencia de las entidades deportivas, los más arduos, Racing a partir de 1912 entró en una era de progreso que quizá no aguardaban muchos de los que asistieron a su fundación.
Se trabajó sin descanso por parte de los dirigentes y como los equipos representativos respondieron en los compromisos que les depararon los diferentes campeonatos, el nuevo club ganó rápida nombradía.
El esfuerzo de los directores y asociados, desde su fundación y del que hizo cariñosa referencia la memoria del ejercicio de 1912, no decayó en los temporadas subsiguientes, y, por el contrario, se agigantó.
Ya estaba Racing Club en el camino que llevo a los halagos perdurables y que habían de llegar muy pronto. Por ahí, desperdígados en diarios y revistas, andan las hazaños cumplidos por el primer equipo racinguísta. Su nombre vuela de boca en boca. Los nombres de sus cracks son dichos con el afecto hondo que despierton en el aficionado los jugadores de aptitudes de primerísima calidad.
Y en ese admirable tren de progresos, llego el año 1913. Ese año señala el principio de una etapa singularmente brillante para el club. Es así que obtiene el primer campeonato, luego de una campaña en la que destacó siempre la bondad de su conjunto y la habilidad individual de todos sus hombres.
Pero 1914 confirmo aquellos éxitos y le concedieron plenos derechos pero lucir la honrosa distinción de “sucesor del Alumni», como lo calificara la prensa de entonces.
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Uno demostración incontestable del poderío que durante la temporada de 1914 mostró el equipo superior racinguista, le proporciono el hecho de que finalizó el campeonato sin haber sido «derrotado ni una vez.
Los números de tal suceso fueron los siguientes: jugó 13 partidos; ganó 12 y empató 1. Convirtiendo 45 goles y su valla fué vencida 7 veces.
Campeón de la Asociación Argentina, debiendo disputar el título de campeón argentino con Rosario Central, cuyo juego estilizado y productivo gozaba de mucha popularidad.
Racing afirmó sus prestigios obteniendo ei triunfo por un gol a cero, al cabo de una lucha que tuvo característicos emocionantes. No le acompañó la mismo fortuna en la disputa de la copa de Competencia y en el partido semifinal lo derroto, en forma imprevista, el equipo de River Plate.
Durante 1914 Racing disputo un partido amistoso con uno de los equipos mas poderosos del mundo que se encontraba en Buenos Aires, el Exeter City, donde pierde por poca diferencia demostrando que tenían equipo para enfrentar a cualquiera. También en ese año entrenta al Torino de Italia donde Racing gana por 2 a 1. Esta era la antesala de lo que vendría un año después en 1915.