La Fundación de Atlético de Madrid suege en 1903 como desenlace de la gran motivación que había dejado entre los aficionados del Athletic de Bilbao que vivian en Madrid, inmediatamente luego de coronarse campeón de la primera Copa de España de clubes nada más y nada menos que ante el organizador Madrid Foot-Ball.
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En la madrugada del 26 de abril de 1903, un grupo de estudiantes vizcaínos de la Escuela Especial de Ingenieros de Minas, entre ellos Ramón de Arancibia y Lebario, los hermanos Ignacio y Ricardo de Gortázar y Manso de Velasco, y Manuel de Goyarrola y Aldecoa, sumados a otros pertenecientes a la Escuela de Ingenieros de Minas, decidieron fundar en conjunto un equipo que actue como sucursal del Athletic de Bilbao. El domicilio se fijo en el número 25 de la Calle de la Cruz de Madrid (actual número 21 de la misma calle), el cual se denominó Athletic Club (Sucursal de Madrid).
Fue así como su sede social quedó establecida en la propia Sociedad Vasco-Navarra, y esa misma madrugada se redactaron los estatutos del club.
Eduardo de Acha, una pieza fundamental de la fundación del Atlético de Madrid, por asuntos familiares debia transladarse a Bilbao, y fue en ese viaje que solicitó al Athletic los requisitos de la creación de un nuevo club, sucursal del bilbaíno. La idea causó tanta alegría en la localidad vasca, que inmediatamente se le proporcionaron los estatutos, el escudo e incluso se le invitó a posar en la foto oficial junto a los campeones de España.
Pero la condición de «sucursal» del Athletic Club era particular, ya que los madrileños contaban con su propia Junta Directiva propia, cuyo primer presidente fue Enrique Allende, seguido en 1903 por Eduardo de Acha.
El uniforme establecido para el nuevo Athletic Club fue muy similar al del Bilbao. Una camisa arlequinada, mitad blanca y mitad azul, y pantalón azul.
El primer terreno de juego que usó el Athletic Club se encontraba en la ronda de Vallecas, actual avenida de Menéndez Pelayo, llamado el Campo del Retiro (popularmente conocido como «el Campo de la Rana») donde el 2 de mayo de 1903 jugó su primer partido, entre sus veinticinco socios.
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Debido a su constitución como filial, ambos equipos, el Athletic de Bilbao y el Athletic Club no podían enfrentarse entre sí en partidos oficiales ni tampoco participar en la misma competición oficial, ya que eran considerados un mismo club.
Como el Athletic Club ya participaba en las primeras ediciones del Campeonato de España (actual Copa del Rey), era inviable que lo hiciera con jugadores de ambos equipos (con su equipo madrileño y con su equipo bilbaíno, ya que era un mismo club).
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