Inmediatamente después de la fundación, por el mes de diciembre de 1904, quedaba un grave problema a resolver por parte de los fundadores y animadores del flamante Independiente Football Club y era el que se refería al sentido de pertenencia del terreno para la cancha.
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Sobraban campos por esos días, por poco dinero se conseguían metros cuadrado, pero como los medios de comunicación eran escasos, había que hacer lo imposible pero que el campo tuviese una ubicación que contemplara los deseos e intereses generales. O sea los intereses de los dirigentes y los socios.
Al cabo de laboriosas gestiones se logró la concesión de un terreno situado en la calle Boyacá, en los cercanías del lavadero de Flores. Allí dieron sus primeros pases los flamantes jugadores de Independiente Football Club.
Fue así que se trabajó intensamente para poner en condiciones la canchita del rojo ubicada en la calle Boyacá. Nadie le sacó el cuerpo trabajo, todo el mundo se arremangó y trabajo sin descanso para dar surgimiento a la primera cancha de Independiente.
Se organizo un partido amistoso con el Club Atlanta, que se llevó a cabo el 19 de enero de 1905. Durante dicho mes Independiente enfrentó también a los equipos representativos de Mariano Moreno, Maipú Banfield, 1º de Mayo, etc.
En estos encuentros el equipo de Independiente no se presentó tal como se lo había dejado constituido anteriormente, y presento la siguiente alineación: A. Langone; C. García y F. Ferrier; C. Dumec, A. Dumec y N. Naddeo; L. Bassou, M. Degiorgi, E. Langone; C. García y J. Darnay.
El árbitro de la mayoría de los partidos fue su propio presidente, el señor Rosendo Degiorgi.