A fines de 1911 cuando nada imaginaba, ya que los triunfos se sucedían constantemente, los muchachos reunidos en Asamblea el aire libre, resuelven dejar el club en suspenso para cuando «fueran hombres».
La mayoría de los jugadores pasaron a actuar en otros clubes. José y Alberto Coll, José De Campo, Nicolás Romeo, Amílcar Assoli, Cayetano Urio, Luis Gianella, Juan Arbós y Luís Franchini, se incorporaron a Vélez Sársfield. Federico Monti, José Colazurdo y C. Rosatto pasaron a Boca Juniors y luego al Club Honor y Patria. José Goreno y Abelardo Vázquez, al Club Martínez.
El sello y demás papeles del club quedaron en poder de Scaramusso que seguía siendo presidente, y el dinero y otros efectos bajo la custodia del tesorero, Federico Monti.
Pese a esta aparente disolución del club, se mantuvo latente el cariño hacia la institución. «Se realizaron algunas reuniones y tertulias y hasta se jugaron algunos partidos amistosos, siempre vistiendo los mismos colores y defendiendo los prestigios de San Lorenzo. Era tal el espíritu que reinaba entre los muchachos que en cierta ocasión, al disputarse un partido entre Vélez Sarsfield e Independiente, se hallaba en los vestuarios Scaramusso y dio tres hurras por el Club San Lorenzo de Almagro, nombre que gritaron y aclamaron muchos de los presentes.