Historias de Fútbol

Origen del Gran Premio de Honor Argentino

(Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Argentina)

En 1908 el presidente del Club de Gimnasia y Esgrima, Dr. Ricardo . Aldao, solicito a nuestro gobierno la institución de un premio anual para ser disputado en encuentros internacionales de futbol que, al igual de los que se jugaban por las Copas Lipton y Newton, despertaría una emulación física, intensificada por el carácter de esos partidos.

Una iniciativa de esa naturaleza, con fines tan elevados, debía hallar la mejor acogida en nuestro gobierno y el entonces ministro de justicia e instrueción pública doctor Rómulo Naón, suscribió con fecha 3 de octubre de eso año un decreto en el que se establecían que bajo el patrocinio del Club de Gimnasia y Esgrima se organizaron anualmente un encuentro internacional de futbol a realizarse en su field de Palermo, y agregaba que se instituía el Gran Premio de Honor del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, consistente en 12 medallas de oro con inscripción adecuada, para adjudicarlas a cada uno de log miembros del equipo vencedor y al referee.

LOS EMPATES

Tratándose de un premio que se renueva todos los años, cuando habia empate, el partido se prolongaba, o bien se fijaba nueva fecha para jugar otro encuentro, con el objeto de que alguno de los equipos se clasificase vencedor.

Esta misma disposición rige para el Gran Premio de Honor, del Uruguay.

Puedes leer aquí: Origen del Gran Premio de Honor Uruguayo

En 1920, anunciado ya el encuentro correspondiente a esa temporada y como a última hora surgiese una dificultad entre la Asociación Argentina de Football y el Club de Gimnasia y Esgrima, porque éste, valiéndose de los términos expresos del decreto que hemos transcripto y de lo que había sido una práctica invariable hasta entonces, reclamó para sí el patrocinio del partido, la primera no quiso aceptar tal temperamento y resolvió que en el match no se disputara el elásico premio de las medallas, sino un nuevo premio instituído por ella, consistente también en medallas para los vencedores y el referee y que denominó «Gran Premio de Honor del Ministerio de Relaciones Exteriores».