La Asociación Amateur Argentina de Football
El segundo semestre de 1926 trae un acercamiento entre las entidades rectoras que determinará la solución de la división. Primero es la Asociación Argentina la que autoriza a su presidente. Dr. Aldo Cantoni, a iniciar gestiones para la unidad del fútbol.
Luego es la Asociación Amateurs, que con igual propósito designa una comisión encabezada por su titular, Adrián Beccar Varela, y le añade la búsqueda de un acuerdo para que el Presidente de la Nación, Dr. Marcelo Torcuato de Alvear, acepte ser árbitro único e inapelable para la unidad definitiva.
En noviembre de ese mismo año el presidente Alvear dicta su laudo, con breves consideraciones y seis artículos en los que establece la obligatoriedad de la fusión, las condiciones de los clubes afiliados y las normas estatutarias. Al hablar de la fusión, en su artículo primero, el Presidente fija constituir una sola entidad que se denominará Asociación Amateur Argentina de Football.
Una asamblea posterior, conforme a la norma presidencial, sentó las bases de la fusión, adoptando los estatutos de la ex Asociación Amateurs, la cual, junto a que los poderes de la Asamblea residieran en los clubes de primera división, significaba un virtual triunfo de aquellos disidentes de 1919. Quienes suponían por entonces iniciar el rumbo defmitivo de la organización ignoraban o soslayaban problemas subyacentes como el amateurismo marrón, el poder de los clubes más influyentes y el exceso de clubes en primera división, factores que hicieron que, al cuarto año de la unidad, ésta volviera a quebrarse.
Esos cuatro años, los últimos de una administración amateur, alcanzaron notoriedad tanto por la mayor jerarquía futbolística como por los logros en Amsterdam, en los Juegos Olímpicos, y en el Mundial de 1930, en ambos casos superados por Uruguay.
Pero la gran cantidad de clubes de primera división, lo cual complicaba los aspectos organizativos, deportivos y económicos, además de establecer trascendentes diferencias entre muchos de los clubes, motorizó la idea de constituir una Liga Profesional. Correspondió a Racing, Boca, San Lorenzo y Huracán llevar la voz cantante, a partir de marzo de 1931, tras finalizar el campeonato anterior en febrero, debido a la disputa del primer Campeonato Mundial en Montevideo.
Se intenta entonces la modificación estatutaria correspondiente, así como poner término al llamado amateurismo marrón, y establecer formalmente el fútbol profesional entre 12 clubes, determinándose que el 20% del producto bruto se distribuyera entre los clubes restantes si preferían seguir en el amateurismo.
Se suceden las reuniones, con no pocas diferencias y polémicas, algunas muy enconadas buscando el consenso que evitara una nueva división. El objetivo no pudo lograrse y no es de descartar que la desaparición del doctor Adrián Beccar Varela -que había presidido la entidad en 1927/28 y murió en Madrid en 1929 impidiera el aporte de la sabiduría del conductor indiscutido del fútbol en esta tercera década del siglo.
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(Fuente: Cien años con el fútbol)