Luego de que en 1933 se creara el Consejo Nacional, la temporada de 1934 había arrojado un saldo alentador en cuanto a la disputa de «los distintos concursos organizados por cada una de las dos instituciones fusionadas, pues se han desarrollado normalmente, dándose fin a todos ellos antes de terminar el año, lo que ha permitido suspender en enero y febrero de 1935 las actividades oficíales de los clubes para merecido descanso de jugadores, dirigentes, etc.”.
Pero también concurrió en apoyo de ese clima de orden y normalidad el Tribunal de Penas, como un nuevo procedimiento para juzgar y castigar transgresiones mediante un cuerpo neutral así denominado. “Ha tenido un éxito tan rotundo y notorio que importa la definitiva consagración de ese sistema tendiente a asegurar el imperio de la disciplina en la práctica del football. Aunque la educación deportiva general –continúa el texto de la Memoria de la AFAen la parte que enseña a ser buen perdedor todavía continúa siendo un ideal de difícil consecución y a pesar de que los aficionados al football, innumerables y diversos, pocas veces reconocen la justicia de las sanciones disciplinarias aplicadas a jugadores o clubes de sus simpatías, corresponde hacer constar y destacar que las instituciones afiiadas, dando pruebas inequívocas de altas inspiraciones deportivas, han dispensado respetuoso acatamiento a todas las resoluciones del Tribunal de Penas. ”
Se consigna también el elogioso reconocimiento y la eficiencia por parte de tres de los principales diarios de la época (La Prensa, Crítica y La Razón).
(Fuente: Cien años con el fútbol)