Por que Nacional tiene esos colores

El Club Nacional de Football, uno de los equipos más importantes y tradicionales del fútbol uruguayo, tiene una historia interesante detrás de sus colores característicos: el blanco y el rojo.

La elección de estos colores se remonta a la fundación del club en 1899. En ese momento, los fundadores de Nacional, un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad de la República, estaban buscando una identidad visual que reflejara sus ideales y valores.

El blanco fue elegido para representar la pureza, la paz y la nobleza de los ideales deportivos. También se asoció con la imagen de Uruguay como una nación pacífica y progresista. Por otro lado, el rojo fue elegido para simbolizar la pasión, el coraje y la lucha en el campo de juego.

Estos colores se convirtieron en una parte fundamental de la identidad del club y han sido utilizados en su uniforme de local, escudo y otros elementos visuales a lo largo de los años.

Es importante mencionar que los colores blanco y rojo también son los colores de la Bandera de Uruguay, lo que refuerza la conexión entre el club y la identidad nacional.

El Club Nacional de Football ha defendido con orgullo estos colores durante más de un siglo y se ha convertido en uno de los símbolos más importantes del fútbol uruguayo.

Es por ello que los colores blanco y rojo de Nacional fueron elegidos para representar la pureza, la paz, la pasión y la lucha en el fútbol. Estos colores han sido una parte integral de la identidad del club y han simbolizado su conexión con los ideales deportivos y la identidad nacional de Uruguay.

Fundación de la Federación Uruguaya de Football

Luego de la Fundación de The Uruguay Association Football League, todavia no había experimentado el football uruguayo las disidencias que en el argentino dieron origen, en dos ocasiones a la formación de entidades distintas, pero ello ocurrió por primera vez, en 1922.

Peñarol y Central, que militaban en las filas de la Asociación Uruguaya, jugaron contra clubs pertenecientes a la Asociación Amateurs: Racing e Independiente y como ello violaba disposiciones reglamentarias, la Asociación Uruguaya resolvió, con fecha 14 de Octubre de ese año, retirar la afiliación a los dos clubs citados en primer término.

Con ellos y otros que adhirieron luego, se fundó la Federación Uruguaya de Football, que asimismo patrocinaba campeonatos de carácter local y partidos internacionales, estos últimos con clubs y cuadros combinados de la Asociación Amateurs.

Fundación de The Uruguay Association Football League

Luego de lo narrado en El Origen del Fútbol en Uruguay, los nobles propósitos de aquellos caballeros británicos y de los que continuaron su obra tuvieron luego amplia recompensa moral, pues paulatinamente el football fue arraigándose a medida que se difundía su práctica y a lo primeros clubs siguieron otros, para formar la base de lo que después habría de ser la entidad directriz uruguaya.

Cientamente, el 30 de Mayo de 1900 fué fue dada, en Montevidoo, «The Uruguay Association Football League», que cambió más tarde ese nombre por el de «Liga Uruguaya de Football» y luego, por el de «Asociación Uruguaya de Footbal», que es el que actualmente tiene.

Los estatutos de esta entidad, fueron aprobados por el superior Gobierno de la República Oriental del Uruguay, en 1911, detalle que demuestra la importancia adquirida por aquella.

Bajo su patrocinio se disputan los Concursos y Campeonatos más importantes de Uruguay, así como los encuentros de carácter internacional.
La Asociación Uruguaya estaba afiliada a la «Federació Internacional de Amsterdam».

El Origen del Fútbol en Uruguay

Los orígenes del football en la República Oriental del Uruguay, se remontan al año 1880 cuando el director y profesor de inglés del “The English High’s School”, Mr. Henry Castle Ayre, interiorizó de los secretos de ese sport a sus alumnos, quienes se trasladaban con ese objeto desde el local del establecimiento, Juncal, entre Cerrito y 25 de Mayo, a Punta Carretas, donde lo practicaban asiduamente.

Transcurrieron algunos años y el profesor del instituto, Mr. William Poole, tomó a su cargo la tarea de perfeccionar el juego de sus discípulos, pues como es fácil comprender, se practicaha entonces en una forma deficiente.

Fueron esos, puede decirse, los primeros pasos que se dieron en Montevideo a favor del que es hoy el deporte favorito, pero en renlidad la acción decididamente intensa, activa, comienza en 1891, año en que un grupo de jóvenes británicos en su mayoría, se congregaba en el ya citado campo de Punta Carretas para implantar el football y organizar debidamente, los primeros equipos.

Entre los iniciadores — vale decir, entre aquellos a quienes hay que recordar ahora con muy merecida simpatía, porque a ellos correspondieron los esfuerzos de la hora inicial — deben citarse los nombres de los señores Poole, Lichtemberg, Davie, Maclean, Clark, Thomas, Pratt, Swinden, Lambrecht y algunos otros, que han sido los precursores del football en el Uruguay.

La fundación del famoso Albion, constituído por alumnos del English High’s School, de Montevideo, señaló una época de evidente progreso para el sport que recién surgía.

¿Quién no recuerda la actuación del prestigioso team y sus hazañas; sus memorables partidos internacionales, con Lobos, Belgrano, Lomas, que debían ser indudablemente el punto de partida de la acción futura en el Río de la Plata, a favor de una iniciativa que Apenas puesta en práctica triunfaba ya?

Pero la evolución debía producirse muy pronto. Hasta ese momento había sido el elemento británico el que iniciara ese movimiento y tomara a su cargo la tarea de proporcionar nuevas energías, de robustecerlo; de ampliar su acción y dar vida a las primeras entidades sportivas y si bien el football entusiasmaba ya a los criollos, pocos eran ciertamente los nativos que tenían una participación directa en los trabajos iniciales, o formaban parte de los cuadros.

En el Albion seguían predominando los británicos y anglo americanos hasta que a principios de 1899 surgió un club netamente uruguayo, constituído, por lo tanto, por elemento criollo.
Era el «Club Nacional de Football». Su nombre, adoptado por unanimidad a iniciativa del Dr. Ernesto Caprario, definía bien su característica pricipal.

Como colores distintivos se eligieron los del pabellón de Artigas y la nueva entidad inició su actuación, luchando con inconvenientes serios y difíciles que solo la tenacidad, la perseverancia, la fe en el éxito, pudieron salvar. Fueron fundadores del nuevo club, que dentro del football uruguayo marcó una nueva era, los doctores: Ernesto Caprario, Sebastián Puppo, Melitón Romero, Atilio Narancio, Pedro Manini y Ríos, señores Jorge Ballesteros, José María Reyes Lerena, Luis Laventure, Tomás Barbato, Domingo Prat y Mario Ortiz Garzón.

Más tarde, las filas del viejo Albion sufrían una segunda escisión y un grupo numeroso de uruguayos, formaba el Wanderers, siguiendo así, el ejemplo de la primera entidad netamente criolla, del Río de la Plata.

¿Por qué a Peñarol le dicen Manya?

A Peñarol le dicen manya a causa de una pelea familiar de principios de Siglo XX. El protagonista de la historia es Carlos Scarone, hijo del inmigrante italiano José Scarone.

Pero…. ¿Qué significa Manya?.

Manya es un derivado de la expresión italiana «mangiamerda», que literalemente significa «comemierda», comunmente utilizada por los inmigrantes que llegaron a Uruguay a fines del siglo XIX.

En la historia del fútbol uruguayo, es muy común que tanto padres como sus propios hijos jugadores hagan sus carreras en los mismos clubes; esto tambien se translada a diversos ámbitos de la vida como la política, ya que es un país con pocos habitantes.

Esta rica historia de fútbol que posee Uruguay esta marcada por diversos apellidos que fueron protagonistas a lo largo del tiempo y «Scarone» es uno de ellos. Identificado con el Club Nacional de Football.

Héctor Scarone fue campeón por primera vez con la selección uruguaya en las Olimìadas de Colombes (1924) y Ámsterdam (1928), tambien integro el plantel charrúa que levantó la primera copa del mundo en 1930, y la Copa América en cuatro oportunidades, y con su Club Nacional ganó una gran cantidad de torneos nacionales e internacionales.

Giuseppe, padre de Héctor, había nacido en Italia y emigrado a Uruguay en 1887, donde un año después nacería Carlos. Rapidamente Giuseppe adopto al Central Uruguay Railway Cricket Club (más conocido por su sigla de CURCC, el antecesor directo de Peñarol) como su equipo.

Es en este club donde Carlos desplegaria su fútbol desde 1909 hasta 1912, siendo campeón uruguayo en 1911. El 1913 decidio probar suerte en Boca Juriors, uno de los gigantes de Argentina y de América.

Esta partida de Carlos del Peñarol provoco una grieta en la relación con su padre. Giuseppe le reprochó a Carlos el haber abandonado el equipo aurinegro, y la historia nos cuenta que este le respondió que allí se iba a morir de hambre, e iba a terminar por «mangiare merda» («comer mierda», en italiano).

Sin embargo, la traición más grande que iba a cometer contra su padre fue sumarse a Nacional. El hombre no contuvo los reproches ante semejante deslealtad, aunque su hijo le intentó explicar sus razones. “¿A qué me iba a quedar?¿ A mangiare merda?».

El 26 de junio de 1914 se sucedería un nuevo capitulo con este apodo como protagonista. Peñarol enfrentó y derrotó a Nacional por 2 a1 en el Parque Central y Scarone no contuvo su enojo contra su rival Manuel Varela, que lo habia maltratado durante el partido. “Jueguen ustedes que son unos manyas”, le dijo. Seguramente, sin pensar que Peñarol haría propia esa palabra que había sido utilizada de forma peyorativa y la transformaría en el sobrenombre que llevan con orgullo los hinchas del club.