A fines del Siglo XIX, más precisamente un 3 de junio de 1887, un núcleo de caballeros de esa ciudad reunidos en la Sala Comercial, situada en la calle 7 entre 46 y 47, deciden fundar una institución social y deportiva.
Preside la asamblea el señor Saturnino Perdriel, considerándose como socios fundadores a los siguientes señores: José M. Muñoz, José M. Ahumada, Pedro Olazábal, Saturnino Perdriel, Arturo Silveira, Adriano Díaz, Teodoro V. Granel, Samuel J. Coqué, Alejandro Dillón, Santiago J. Mena, E. Landois, Carlos M. Marenco, Guillermo Pintos, Pedro Bernaté, Enrique Sicardi, M. Piñeiro, Alberto J. Huergo, Juan M. Martinez, Julio Llanos, Ignacio D. Irigoyen, Gensérico Ramirez, Martin Barcena, Enrique M. Curth, Francisco Alconada, Alberto Albarellos, Arturo Mayol, J. G. González, Juan Bautista Ferreira, Domingo Echeverri, Francisco y Alfredo Madero, Domingo del Carril, Nicolás E. Videla, Luis Monteverde, Pantaleón Molina, Diego J. Villafañe, M. Aráoz, Martin Bermejo, Marcos Bonghero, Dante Pelanda, Estanislao López, Pedro G. Falcón, F. de Basaldúa, José M. Pene, José M. Monsalve, Sergio García Uriburu, Diego J. Arana, José M, Viñas, Antonio A. Del. fino, Francisco Uzal, Mariano Villarino, Andrés Mosquera, José M. Niño y Ramón L. Falcón.
Los apellidos revelan a un medianamente agudo observador que la génesis de “G. y E.” no era el tradicionalmente sacrificado y abnegado comienzo de nuestras entidades futboleras, sino el de una sólida entidad que ampliaba sus fines deportivos a todas las expresiones viriles de la época y en especial a las que señala su nombre: gimnasia y esgrima.
En dicha asamblea se designó una comisión formada por los señores Domingo Echeverri, Dante Pelanda, Guillermo Pintós, Ramón L. Falcón y Julio Llanos para preparar el anteproyecto de estatutos.
En otra asamblea realizada el 22 de junio, presidida nuevamente por el señor Saturnino Perdriel, se nombran las autoridades de la entidad, recayendo en los señores Nicolás E. Videla, Florencio Madero, Dante Pelanda, Domingo Echeverri, Guillermo Pintos, Teodoro V. Granel, Francisco Uzal, José María Niño, Luis Monteverde, Martin Bermejo, Saturnino Perdriel, Sergio Garcia Uriburu, José Maria Pérez, Antonio Delfino, Diego J. Arana y Ramón L. Falcón, las tareas de organización, para lo cual se les concedió amplias facultades con la obligación de informar posteriormente de su actuación, en tanto se estudiaban y aprobaban los estatutos.