La primera entidad dedicada al fútbol en Argentina y posiblemente en toda América se constituyó en 1867 sobre la base del “Buenos Aires Cricket Club”, que inicialmente dedicó sus actividades a otros deportes de origen británico pero que fue en poco tiempo orientándose hacia el fútbol, primero jugado sin observancia mayor de reglas y formas, pero a medida que se iba difundiendo, contemplado de acuerdo a sus requisitos esenciales.
En mayo de 1867 se funda la citada entidad y ese día se disputó un match de fútbol del que da cuenta detallada el ya mencionado cronista Carlini, quien señala que sólo se logró para ese efecto el concurso de ocho hombres por bando.
Es curioso y constituye una pincelada no carente de humorismo, vista en nuestros días, que para ese encuentro hubo muchos aficionados anotados pero al llegar el momento del match la cantidad de público intimidó a los más y al fin quedaron pocos jugadores “valientes” para disputar el cotejo.
El primer match oficial es relatado así por el trabajo periodistico consultado:
«Este memorable acontecimiento, sin duda el primero en el continente, se desarrolló en la fecha indicada en la cancha del B. A. C. C., en la Avenida Sarmiento, de Palermo, pasando las vias del entonces Ferrocarril del Norte, yendo hacia el rio.»
Uno de los equipos, distinguido por sus gorras coloradas, habia sido formado por Tomás Hogg, verdadero conductor de la juventud deportiva de entonces, quien tuvo bajo su capitanía a su hermano James, a T. B. Smith, E. S. Smith, N, H. Smith, W. Forrester, J. Bond y J. Ramsbottom. El otro, de gorras blancas, respondía a William Heald, y lo integraban, además, T. FR. Best, U. Smith, H. J. Barge, N. Wilmont, R. Ramsay, J. C. Simpson y W. Boschetti.
Los detalles del partido no han llegado hasta nosotros; apenas si sabemos que los del bando de Hogg ganaron por dos tantos, que hubo un «concurso distinguido y muchos carruajes y caballos enjaezados», que «todos se retiraron contentos del espectáculo y de la reunión», y que «algunos paisanos siguieron con interés el espectáculo»,
Una semana más tarde se realizó el desquite. Esta vez, el bando de Hogg, que ganó nuevamente, llevaba gorras blancas y estaba formado por Tomás y James Hogg, F. L. Jacobs, N. H. Smith, T. B. Smith, A. Smith, Ross, R. Ramsay, VW. Boschetti, Reynolds y F. W. Perry. Por su parte, Heald formó el team de gorras coloradas con el concurso de W. A. Howden, T. R. Best, E. S. Smith, Newton, Bonds, G. Bennett, Murray y W. C. Roberts.
Esa jornada terminó con un episodio imprevisto.
El juego estaba a punto de terminar cuando se oyó el silbido del tren del Ferrocarril del Norte, que avanzaba desde Belgrano y haría una breve parada en la estación Parque Tres de Febrero, a unos trescientos metros de la cancha. Se envió un emisario a pedirle al maquinista que aguardara un instante a los espectadores y jugadores que carecian de carruaje o caballo. Pero el maquinista nada quiso atender que no fuera el cumplimiento del horario, y se marchó gallardamente. Por ello, numerosos espectadores y no pocos exhaustos jugadores debieron regresar a pie a la ciudad.