NACIERON CON EL CENTENARIO
Nacía el año del centenario y la primera década del siglo se apagaba, cuando un grupo de entusiastas del fútbol, grupo reducido por cierto, pues no pasaba de doce personas, da comienzo a la aventura de “Vélez”, digna de una novela de Dickens, al decir del popular Negro de la Tribuna. Fue, en efecto, el 1º de enero de 1910 y el primer nombre fue el de “Argentinos de Vélez Sarsfield”, adoptando recién el actual en 1913.
La primera comisión directiva estaba integrada de la siguiente manera: presidente, Luis Garrido Cobián; secretario, Alejandro Doldán; tesorero, Plácido Marín; vocales: Antonio Romero, Vicente Pozo, Nicolás Marin y Martin Portillo.
La entidad se inició con doce socios, los cuales bastaron para sostener económicamente a la naciente institución y para infundir el aliento necesario a la joven afición que soñaba con tener una pelota y un lugarcito donde poder ponerla en juego. Así, apenas con lo indispensable pero con un entusiasmo a toda prueba, entró este club al mundo del deporte donde más tarde alcanzaría un lugar de privilegio.
Las primeras actuaciones futbolísticas de “Vélez Sarsfield” tuvieron lugar en la cancha que el club alquilaba en la esquina de las calles Tapalqué y Escalada. El equipo superior estaba formado por jugadores de tercera división y los primeros partidos fueron jugados con clubes de la misma categoría.
1919- EN PRIMERA DIVISIÓN
Cuando, en 1919, se creó la Asociación Amateurs de Football, “Vélez Sarsfield” pudo inscribir a su equipo en primera división. Y fue nota
ble, realmente, la sensación que produjo ese conjunto. No sólo logró vencer a la mayoría de los clubes que participaron de ese campeonato, sino que, al final del mismo, consiguió clasificarse segundo del campeón, “Racing”, dejando atrás a cuadros ya tradicionales y con una experiencia como “River Plate”, “Independiente” y “San Lorenzo”.
Y sigue disputando con el mismo entusiasmo, si bien con menos suerte, los torneos de la Amateurs mientras su patrimonio social se consolida definitivamente.
Cuando el fútbol argentino se unifica en 1927, “Vélez” actúa en las filas de la Asociación Amateurs Argentina de Football, y como consecuencia de la crisis del amateurismo, en 1931 se afilia a la Liga profesional. En los torneos de la Liga, pese a que “Vélez Sarsfield” era un club chico y no tenia grandes valores en su conjunto, consiguió excelentes colocaciones. En 1935 abandona la Liga y pasa a formar parte de la Asociación del Fútbol Argentino.
En 1937 comienza para su equipo un período de declinación hasta que en 1941 desciende a segunda división. Y fueron necesarias tres temporadas de esfuerzos sin límites para recuperar las antiguas posiciones. En 1943 gana el campeonato y abandona la segunda división para retornar a la lucha de vanguardia donde permanece hasta hoy con coraje y ostentando todavia otras caidas, pero siempre honrosas y una buena porción de triunfos que enaltecen sus colores.
UN “FORTÍN” DE FAMA BIEN LOGRADA
Alguien lo llamó “Fortin” y desde entonces, las tribunas hablaron del “Fortín” de Villa Luro cuando de “Vélez” se trataba. Y era justo el mote porque en la canchita heroica de un “Vélez” todo corazón se quebraron muchos “grandes” durante muchos campeonatos. Tal es asi que no pocos equipos de garra adquirieron un extraño “complejo” con respecto al famoso reducto de Villa Luro y preferían ir a romper lanzas a Boedo o Avellaneda antes que llevar la artillería a la canchita del team de la letra V, verde azulada.
Muchos nombres muy significativos dieron categoría al fútbol vistiendo esa casaca. Correa, Dedovitis, Cosso, Forrester, De Saa, Curtis… y una docena más de consagrados valores de nuestras canchas hicieron las primeras gambetas en el temido cuadrito del “Fortín” y se lanzaron luego a la consagración definitiva exhibiendo su origen como una credencial para el triunfo seguro…
Asi, como la aventura que imaginaría Dickens, al decir del periodista, así fueron las horas primeras de “Vélez Sarsfield”, que nació el primer día del año del centenario… Por eso, “Vélez” tiene exactamente cien años menos que la Patria, que es en verdad tener muchos años y en este caso particular, tenerlos abrigados por la sencilla gloria de los que hacen del honor y la brega con lealtad, una consigna sin dobleces… Así nació el “Fortin” de Villa Luro.