Regatas do Flamengo, el club más popular de Brasil, tuvo su origen apenas seis años después de la proclamación de la República Brasilera el 15 de noviembre de 1889.
La ciudad de Rio de Janeiro en 1895 vivía momentos de grandes transformaciones a nivel político y social.
Una gran ciudad, con uno de los centro urbanos más grande del país, donde se mezclaban diferentes clases sociales y culturales de Brasil.
Era en ese entonces Rio de Janeiro, una de las bellezas naturales junto a sus playas de Flamengo y de Botafogo, previo a lo que luego serían Copacabana, Leblon e Ipanema.
Debido al pleno contacto con el mar, el deporte popular de aquel momento pasaba por el remo. Es por ello que todos los domingos el programa deportivo pasaba por las competencias de regatas.
Tal fue la fama y la atención que adquirieron las regatas que un grupo de jóvenes que frecuentaba la playa de Flamengo, la más antigua de la Ciudad de Rio de Janeiro, decidieron crear un grupo de «regatas do flamengo».
Fue así como en septiembre de 1895, reunidos en el famoso restaurante «Largo do Machado» José Agostinho Pereira da Cunha invito a sus amigos para hacer formar la idea de consolidar el grupo de regatas, reunión en la cual participaron Mario Spíndola, Augusto da Silveira Lopes y Néstor de Barros.
El primer desafío que se les presento fue el de conseguir un barco, es por ello que decidieron invertir la suma de 400 mil reales en una antigua embarcación de cinco remos que estaba abandonada en una de las casas de la playa de Flamengo.
El segundo paso fue el de realizarle una reforma completa, por lo que la trasladaron hacia la de María Angu, actual playa de Ramos, para que un trabajador local por la suma de 250 mil reales la pudiese recuperar.
El 6 octubre de 1895 la embarcación fue bautizada bajo el nombre de “Pherusa” y lanzada al mar al mando de Néstor de Barros, Mario Espínola, José Félix da Cunha, Felisberto Laport, José Agostinho Pereira, Napoleão de Oliveira, Maurício Rodrigues Pereira y Joaquim Leovegildo dos Santos Bahia.
Partieron desde Ponta do Caju durante la tarde con destino a la Praia do Flamengo. Poco tiempo después de la partida, las condiciones climáticas hicieron que la embarcación naufragara. Todos los tripulantes como pudieron quedaron aferrados del casco luchando por su vida.
Joaquim Bahia, hábil nadador, se decidió lanzar al mar en busca de ayuda, con la intención de llegar a la playa para rescatar a sus amigos. Tiempo después, las condiciones del tiempo mejoraron pudiendo ser todos rescatados por una lancha que llevaba pasajeros de la Iglesia da Penha.
Finalmente «Pherusa» fue remolcada hacia cais Pharoux, en la plaza XV pero con la preocupación sobre la vida de Joaquim Bahia del cual no se tenían noticias hasta que el mismo consigue llegar a la playa en la Isla del Buen Jesús y les comunica a las autoridades sobre la situación de sus compañeros sin saber que ya habían sido rescatados sanos y salvos.
Toda esta situación fue posteriormente reflejada en el Diario del Comercio al día siguiente. El Club Flamengo ya nacía bajo una áurea de heroísmo y superación.
Sin bajar los brazos, los jóvenes volvieron a acondicionar el bote «baleeira», pero antes de concretarlo fue robado.
Nuevamente el destino los puso a prueba, pero lejos estaban de desistir. Decidieron una vez más comprar otra embarcación a la llamada «Etoile», a la cual la rebautizaron bajo el nombre de «Scyra».
El 17 de noviembre de 1895 en la casa de Néstor de Barros ubicada en la «Praia do Flamengo» Nº22 se realizó la reunión de fundación del Club. Participaron de ella: José Agostinho Pereira da Cunha, Mario Espínola, Napoleão Coelho de Oliveira, José Maria Leitão da Cunha, Eduardo Sardinha, Carlos Sardinha, Desidério Guimarães, Maurício Rodrigues Pereira, George Leuzinger, Augusto Lopes da Silveira, José Augusto Chauréu y João de Almeida Lustosa, eligiendo a Domingos Marques de Azevedo como Presidente, Francisco Lucci Colás como Vice-Presidente, Nestor de Barros como Secretário y Felisberto Cardoso Laport como Tesorero.
Decidieron tambien que la fecha de la fundaciòn seria el 15 de noviembre, debido al feriado por la Proclamación de la República. Los colores elegidos para representar a la nueva institución fueron el azul y el otro, con bastones horizontales.
En 1896, los colores elegidos cambiaron debido a la dificultad de concerguir las telas que venian desde Inglaterra y a su vez la salinidad y el sol modificaban las tonalidades. Producto de ello, se eligieron el rojo y el negro en bastones horizontales como el nuevo uniforme, quedando ubicado el escudo del lado izquierdo. Por otro lado los pantalones cortos tipo bermudas en color negro con un cinturon blanco.
La sede del Flamengo continuo siendo la dirección de Nestor de Barros, luego conocida como República de la Paz y del Amor, donde las embarcaciones eran guardadas.
Puedes leer aquí: Flamengo y su primer partido oficial.
Cabe destacar que el primer presidente del Flamengo Domingos Marques de Azevedo, no formaba parte de los jóvenes que idealizaron el club. Él era un Guardia de la Marina que justo paso por el lugar en el momento de la reunión y le apasiono la idea propuesta.