En 1923 Aparecen los Números en Camisetas Argentinas

En 1948 la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) contrató 8 referís ingleses para mejorar el nivel del arbitraje nacional.

Fueron estos referís ingleses quienes recomendaron que las camisetas de los jugadores estén numeradas, y así a partir de la 9ª fecha del campeonato de 1º división, jugada el domingo 26 de junio de 1949 se comenzaron a utilizar números en los dorsales de las camisetas de fútbol en Argentina. Los equipos de 1ª B también usaron números el sábado anterior.

A pesar de ello, en 1923 hay un antecedente poco recordado, donde aparecen los números por primera vez en la historia del fútbol argentino.

Fue en la gira por la Argentina del equipo escocés Third Lanark, que jugó entre junio y julio de 1923 una seria de amistosos con el Combinado Norte y el Combinado Sud de Argentina en la flamante cancha de River Plate en Alvear y Tagle.

Por qué los jugadores de fútbol salen con niños al campo de juego

Fue gracias a la iniciativa de la FIFA junto a UNICEF para la Copa del Mundo de 2002.

Se trató de una campaña llamada Say Yes for Children (di sí por los niños), cuyo objetivo fue el de mejorar y proteger la calidad de vida de los niños en todo el mundo y demostrar que el fútbol puede marcar una diferencia en ellas.

Fue así como salieron al campo de juego níños quienes llevaban a los jugadores de la mano hacia el interior del campo de juego vistiendo las camisetas de FIFA / UNICEF con la leyenda de la campaña.

Origen del Gran Premio de Honor Argentino

(Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Argentina)

En 1908 el presidente del Club de Gimnasia y Esgrima, Dr. Ricardo . Aldao, solicito a nuestro gobierno la institución de un premio anual para ser disputado en encuentros internacionales de futbol que, al igual de los que se jugaban por las Copas Lipton y Newton, despertaría una emulación física, intensificada por el carácter de esos partidos.

Una iniciativa de esa naturaleza, con fines tan elevados, debía hallar la mejor acogida en nuestro gobierno y el entonces ministro de justicia e instrueción pública doctor Rómulo Naón, suscribió con fecha 3 de octubre de eso año un decreto en el que se establecían que bajo el patrocinio del Club de Gimnasia y Esgrima se organizaron anualmente un encuentro internacional de futbol a realizarse en su field de Palermo, y agregaba que se instituía el Gran Premio de Honor del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, consistente en 12 medallas de oro con inscripción adecuada, para adjudicarlas a cada uno de log miembros del equipo vencedor y al referee.

LOS EMPATES

Tratándose de un premio que se renueva todos los años, cuando habia empate, el partido se prolongaba, o bien se fijaba nueva fecha para jugar otro encuentro, con el objeto de que alguno de los equipos se clasificase vencedor.

Esta misma disposición rige para el Gran Premio de Honor, del Uruguay.

Puedes leer aquí: Origen del Gran Premio de Honor Uruguayo

En 1920, anunciado ya el encuentro correspondiente a esa temporada y como a última hora surgiese una dificultad entre la Asociación Argentina de Football y el Club de Gimnasia y Esgrima, porque éste, valiéndose de los términos expresos del decreto que hemos transcripto y de lo que había sido una práctica invariable hasta entonces, reclamó para sí el patrocinio del partido, la primera no quiso aceptar tal temperamento y resolvió que en el match no se disputara el elásico premio de las medallas, sino un nuevo premio instituído por ella, consistente también en medallas para los vencedores y el referee y que denominó «Gran Premio de Honor del Ministerio de Relaciones Exteriores».

El Origen de la Copa Newton

Un año después de haber donado Sir Thomas Lipton el trofeo que llevara su nombre, don Nicanor R Newton regaló una copa para ser disputada por las Ligas Argentina y Uruguaya, también con fines de caridad.

Establece la reglamentación que rige al respecto, que esta copa «se disputará anualmente en un solo partido entre jugadores de las primeras Ligas Argentina y Uruguaya, sin distinción de nacionalidad y que el partido se jugará alternativamente en Buenos Aires y Montevideo, disputándose en aquella de las dos ciudades donde no se haya jugado ese año la copa Lipton».

El producido de la venta de las entradas, después de deducirse los gastos, se destinaba hasta 1918, a obras de beneficencia en el país donde se hubiera realizado el encuentro, pero a partir de aquel año y como consecuencia de un convenio celebrado entre las Asociaciones Argentina y Uruguaya, pasa directamente al fondo social de la entidad bajo cuyo patrocinio se juega el partido.

Agreguemos finalmente, que el nombre clásico, el nombre «tradicional» del trofeo a que nos referimos es el de «Copa de las Ligas», porque con esa denominación se quería significar que los equipos representaban a las entidades dirigentes del football de la Argentina y del Uruguay, con prescindencia absoluta de la nacionalidad de los jugadores.

En otros términos, se deseaba distinguir este trofeo de la otra copa, la Copa Lipton, cuya disputa, como se sabe, está reservada úniemente a jugadores argentinos y uruguayos.

El Origen de la Copa Lipton

ARGENTINOS v. URUGUAYOS

Ciertamente, la Copa Lipton — espléndida copa de plata, mandada hacer ex profeso por el gran deportista sir Thomas Lipton a los renombrados orfebres Flokington, de Regent Street, Londres, para que la jugasen en un match anual argentinos y uruguayos — ha motivado las más grandes jornadas en el football rioplatense, y es por ello mismo uno de los trofeos denominados «clásicos», en el lenguaje común de nuestros aficionados.

Instituída en 1905 con fines de caridad, — pues desde entonces hasta 1917 el producto de la venta de entradas, una vez deducidos los gastos, se destinaba a obras de beneficencia en el país donde se jugara el partido —se estableció en su reglamentación, como una de las principales condiciones, que los equipos debían estar formados por uruguayos y argentinos nativos exclusivamente. Esa exigencia es la que ha dado a los encuentros por este trofeo verdadero carácter internacional, pues en los otros que se disputan entre nuestros footballers y los del Uruguay en los cuadros representativos pueden intervenir jugadores extranjeros radicados en uno u otro país.

La Copa Lipton no se obtienia nunca en propiedad, y si se producia un empate se dejaba constancia del resultado, y el trofeo queda momentáneamente en poder de la entidad que lo hubiese ganado el año anterior. –

Sólo una vez, precisamente, el primer año, en 1905, se jugó tiempo suplementario, pues al terminar los 90 minutos. no se había producido ningún gol. Prolongóse la lucha por espacio de 30 minutos, y a los 2 del segundo período de 15, en vista de la falta de luz, el referee, D, Guillermo Jordan, dió por terminado el match.

Se consideró después, como consecuencia de ello, si debía realizarse un nuevo partido, con el objeto de provocar un desempate pero consultado al respecto; el Consejo de la Asociación Argentina resolvió el punto en sentido negativo, teniendo en cuenta que la prolongación la habían jugado los uruguayos bajo protesta, y que la Copa debía disputarse de acuerdo con la reglamentación que regía en el Reino Unido en los encuentros internacionales, y según la cual los empates debían dar en tales.