1913 Estudiantes Campeón de Primera

En 1913, los estudiantiles ven colmadas sus aspiraciones al obtener el primer puesto del campeonato. Integraban el primer equipo los siguientes players: Emilio Fernández, Ludovico Pastor (capitán), Luis M. Bergez, Carlos Galup Lanús, Héctor Ratti, Edmundo Ferreiroa, Diómedes Bernasconi, Ricardo Gazcón, Oscar F. Hirschi, Julio L. Lomas, Angel Bottaro, Delfín Lascano, Ricardo González Bonorino, Ovidio Duarte Indart, Ricardo Naón, Jorge L. Hirschi, Héctor Isla, Andrés Barcos, Mario Etcheverry, Luis Bustos, Rufino Tolosa, Roberto Leonardi, Dunan, Albarracín y Dobarro. Las medallas que les correspondían a los jugadores como premio a su labor, las entregó la Asociación… treinta años después, esto es, en 1943.

Puedes leer aquí: 1911, Estudiantes llega a Primera.

Fué ese 1913, un año de éxitos para los muchachos de “Estudiantes”, pues además de imponerse en los torneos de primera, segunda y quinta, logran el triunfo en la Copa Competencia los equipos de tercera, cuarta

también el de segunda división. También ese año derrota por 4 a 1 a “River Plate”, de Montevideo, que habiase consagrado campeón uruguayo ocupando el primer puesto de la tabla, y en 1919 —año de la división del fútbol argentinose coloca segundo en el campeonato que gana “Boca Juniors”. Los años siguientes no suponen éxitos muy signi ficativos para su equipo.

En 1923 el club pide la desafiliación de la Federación Platense por incluir en su cuadro al jugador Croce, que “Estudiantes” entendía pertenecía a sus filas. Otras serias divergencias, además, devienen en incidentes que hacen que en octubre de ese año se retiraran para afiliarse a la Asociación Amateurs.

MÉRITO Y CRACKS INOLVIDABLES

En el campeonato de 1928, sobre un total de 36 equipos, “Estudiantes” finaliza tercero iniciando una era de celebrados éxitos que dan inolvidable renombre a jugadores como Lauri, Zozaya, Guayta, Scopelli, Manuel Ferreyra y otros más, pero destacándose la línea de ataque integrada por los cinco precitados como uno de los quintetos arquetípicos de nuestro fútbol. Asimismo fué muy celebrado su triunfo sobre el “Torino”, de Italia, por 5 a O en ocasión de la visita al país del club italiano. En 1930 el equipo finaliza en el segundo puesto en el campeonato y en 1931, al establecerse el profesionalismo, se incorpora a la Liga Argentina ocupando al fin del torneo el tercer puesto. Con los años, pese a la pérdida de valores como Nolo Ferreyra, que pasó a “River” y Scopelli y Guayta que van a Italia, mantiene “Estudiantes” su característica calidad de juego y sus altos prestigios. En esos años acrece considerablemente la solidez económica del club “Estudiantes” y en el año 1935 se incorpora a su seno el “Club Social La Plata”, que hace un aporte inmobiliario de $ 200.000.

De asi en adelante, todos serían progresos para los ex muchachos de la ciudad universitaria a los que la voz de las tribunas llamó “pincharratas”. Pocos clubes como los “pincharratas” gozaron de tanto cariño y adhesión en vastos y calificados núcleos de aficionados. Pocos clubes como este viejo y verdaderamente glorioso “Estudiantes” pueden exhibirse como ejemplo de virtuosismo deportivo a lo largo de consecuente y extensa actuación en el pais. Y como una expresión cabal y autorizada de esas virtudes y de la calidad de los hombres que las sostenían, nos tienta reproducir unas palabras del que fuera extraordinario cronista deportivo —Dinty Mooreque escribiera en ocasión de un homenaje al club que nos ocupa.

UN RECUERDO DE DINTY MOORE

Así, con la elegancia personal que pocos como él lucieron en páginas deportivas, Guillermo Zalazar Altamira, el prestigioso Dinty Moore, habló de “Estudiantes”:

“Hace 16 años fuí una tarde a La Plata, seducido por una invitación de Nolo Ferreyra. Su cuadro debía jugar con el de “Quilmes”, y todo inducía a suponer que el match iba a valer la molestia del viaje y el consiguiente abandono de “la otra” fiesta popular por excelencia. (Lo común era que yo le llamara “la otra” al fútbol.)

”No tuve que arrepentirme. Ojalá me diera siempre la Providencia, en los trances dudosos, el acierto con que resolví aquella vez la alter. nativa. Fui espectador de uno de los mejores cotejos que se hayan reali. zado en canchas argentinas. Pongo por testigo de esta afirmación a un hombre tan veraz y tan autorizado en estas cosas como José María Anadón, que también padecia por entonces, como yo, el disgusto de que los grandes matches de fútbol y las buenas reuniones hípicas se realizaran a menudo al mismo tiempo. Con el viejo amigo y compañero de labor pasamos en La Plata una tarde que él llamó «gloriosa»… y lo era.

”No he visto en mi vida, sobre la verde grama de las canchas criollas, nada comparable a lo que hicieron aquel día, superando a una defensa quilmeña irreprochable, los cinco forwards de «Estudiantes». Todavia no se habia incorporado al team Zozaya ni Guaita, que luego completaron el quinteto de oro. En el centro de la línea actuó Íruneta, autor del único tanto de la tarde, y en el ala izquierda ocupó el extremo el vasquito Aspiroz, un trenquelauqueño con hebra de crack pero bisoño aun.

” Aquel partido… Bueno: lo que fué aquel partido lo dije en una crónica que, valiéndome de mi autoridad de secretario de redacción, le quité al critico que debia hacerla. Ese escrito mio ocupó una página entera de «La Nación» y constituye uno de mis pocos hijos literarios que me gusta recordar. Dije mi verdad sin retacearle nada. Eché a volar toda bandada de mis impresiones… y merecí de la dirección del diario —como era natural y justouna formal amable reprimenda por semejante derroche de espacio. A página por partido, las ediciones de los lunes habrían sido interminables.”

Un homenaje al que fuera autor de estas hermosas palabras es no agregar las nuestras a las suyas. Ellas son el ribete más hermoso y responsable que pudiera ostentar este recuerdo.