1935 fue no sólo un año de consolidación institucional y de evidentes avances en la organización, sino que deparó un profundo estudio de las circunstancias, y por ende de los problemas, del crecimiento social y deportivo de los clubes. A mediados de ese año, por decisión del Consejo Directivo de la AFA, una comisión de dirigentes tuvo por Objeto estudiar el panorama de los clubes en todos sus aspectos y proponer las soluciones. Certifica la seriedad del trabajo la mención de los temas analizados: índice de crecimiento de ingresos; porcentajes de ingresos con relación a su total, considerados recaudaciones de boleterías, cuotas de asociados, plateas y varios; evolución del capital social, e índice de egresos, consideradas las erogaciones en fútbol en general.
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Con respecto del estudio estrictamente financiero, las cifras mostraron un beneficio general, cuyas causas la citada comisión reconocía en la concentración del público asociado a un número reducido de clubes y mayor interés en el espectáculo merced a un nivel técnico superior, lo que se evidencia por el aumento del número de asociados y por el gran incremento de boletos vendidos.
Sin embargo, los beneficios económicos paralelamente crearon dificultades financieras a los clubes, por motivos que la comisión explicaba de esta forma:
“1) Si bien la mayoría de las instituciones ha aumentado sus ingresos, obteniendo un saldo de importancia sobre sus gastos, aquéllos han debido destinarse, en gran parte, al pago de las obras que ha demandado la construcción adecuada de sus instalaciones para hacer frente a las exigencias de una concurrencia mayor de público.
”2 ) Las erogaciones en concepto de gastos que origina el fútbol han aumentado considerablemente, notándose una tendencia a continuar con un ritmo tal que, a corto plazo, no existirá la adecuada relación entre tales erogaciones y los ingresos.
”3 ) Un falso concepto de ciertas instituciones que desarrollan una política que nos atrevemos a calificar de excesivamente optimista, en cuanto siguen el criterio de extender determinadas actividades deportivas y sociales, muy interesantes por cierto, pero que no alcanzan a costearse por símismas, debiendo hacerlo con recursos provenientes del fútbol».
El estudio también instaba a la búsqueda de condiciones para retener a los jugadores en el país, pero creando un régimen de relaciones entre clubes y jugadores más equitativo que el actual. Corría el año 1935. Trece años después se produciría el éxodo a Colombia…
(Fuente: Cien años con el fútbol)