En 1914 las posibilidades de Boca Juniors descendieron algunos puntos.
El campeonato de la Asociación se Jugó en una sola sección y en la lista habian quedado todos los grandes y medianos del año anterior, a los que se agregaba un debutante: era el Huracán de Bassadone y el “negro” Laguna, cuyas “mentas” lo convertian en rival de cuidado.
El torneo, del que desaparecian los equipos de Olivos, Ferrocarril Sud y Riachuelo, reunía a 13 equipos y casi podría decirse que fué el primer campeonato porteño realmente difícil para todos, precisamente por la extraordinaria paridad de poderio que ofrecía el concierto de participantes.
Ese año Boca Juniors pudo ganar solamente 4 partidos… clerto es que también fué uno de los que perdieron en menor número de oportunidades, pero sus seis empates —cifra que igualaron San Isidro y Belgrano Athleticlo relegaron al cuarto puesto, con el mismo puntaje que su rival tradicional, River Plate.
Sobre los 24 puntos posibles de ese certamen, Boca Juniors obtuvo solamente 14.
Esta actuación un tanto descolorida, tuvo su contrapeso en otro orden de cosas: cuatro jugadores de Boca fueron llamados, en distintas oportunidades, para integrar equipos representativos de la Asociación.
En el segundo partido jugado por los ingleses del Exeter City, el oponente fué el combinado de la zona sur, y alli estaban dos boquenses: el zaguero derecho Garibaldi, formando pareja con Juan Brown, y el puntero izquierdo Taggino, que completaba una línea de ágiles, en la que el ochenta por ciento pertenecia a Racing: Canavery, Ohaco, Marcovecchio y Hospital…
En otros tres partidos del Exeter, integró el equipo seleccionado el uruguayo Komano, que por aquel entonces vestia la auriazul del Club de la calle Brandsen.También integró el puntero Taggino, el equipo argentino que venció al Torino, y cuya delantera se completaba con Elias Fernández, Watson Hutton, Marcovechio y Hospital.
Evidentemente, Boca Juniors no habia podido escribir una página de oro para su historia, pero por lo menos había dejado una elocuente muestra del valer de sus muchachos, que debia ser realmente efectivo, cuando se les habia convocado para alternar con aquellos que no solamente eran grandes en ese momento, sino que han seguido siéndolo a través de los largos y generosos anales del fútbol argentino de estos últimos cuarenta años.
Completando esta reseña de 1914, recordemos que a lo largo del año vistieron la casaquilla de la franja oro: el arquero Bruzzau, los Giardini y Martínez; y los delanzagueros: Lamelas, Garibaldi, Sateros: Montero, Bertolini, Taggino, nna y Romano; los medios Capelli Abbatángelo, Cootero, Di Pietro, ni, Pieralini, Vergara, Delgado, Dávila, Fuentes y Bergalli.