Los orígenes del Club Deportivo Guadalajara se remontan a los años de 1904 a 1906. En 1901, llega a la ciudad de Guadalajara un joven belga llamado Edgar Everaert. Recien llegado Evereart consigue trabajo en la Casa Calixto Gas, de origen frances. Así fue como el joven belga se ganó rapidamente la confianza del patrón Calixto Gas y su círculo de amigos fue siendo cada vez más grnade.
En 1906, Everaert, que ya conocía el juego del fútbol por practicarlo en su ciudad natal de Brujas, fue ampliando cada vez más su grupo de amigos hasta que le surgio la idea de formar su propio equipo.
Al principio, claro está, nadie, sino, él, sabía a ciencia exacta, en qué consistía dicho juego, pero la idea les sedujo y bien pronto empezaron a practicarlo. El grupo inicial, que ya en 1906, daba los primeros pasos ,o más bien las primeras patadas, hacia un deporte que para Guadalajara habría de ser, en el futuro, parte esencial de su propia vida, estaba formado por los citados Everaert y Gas, con Max Voog, los hermanos Gregorio y Rafael H. Orozco, Salvador Martín Romo, y algunos otros más. Lo heterogéneo del grupo, les dió automáticamente el nombre, ya que, formado por muchachos mexicanos, belgas y franceses, lo más indicado era bautizarlo con un patronímico que simbolizara lo que de hecho habían logrado: la unión de todos, prescindiendo de nacionalidades y posición social. Así nació el UNION FOOTBALL CLUB, pionero del fútbol tapatío.
La fecha es histórica para los muchachos, pero no todo estaba logrado, pues hacía falta, para encontrarle sabor y emoción, otro equipo con quien medirse. Mas, ¿ dónde hallar el contrario, si nadie, sino ellos, sabían de ese juego? Aunque la cosa no fue fácil, una feliz coincidencia vino a facilitarles la oportunidad. Junto a los llanos abiertos de la «Moderna», otros muchachos jugaban béisbol, quienes, intrigados por la rara novedad de un juego que se practicaba a patadas y a carrera desenfrenada, se sintieron atraídos y aceptaron «meterse en la bola». De ahí arrancaron los primeros juegos, y lo que al principio había parecido una diversión de orates, fue arraigando en la muchachada hasta generalizarse por todos los rumbos de la ciudad. Costumbre inveterada de los equipos europeos, ha sido, la de dar a los Clubes el nombre de la ciudad que los cobija.
El UNION, con ser un nombre que reflejaba exactamente los propósitos de sus fundadores e integrantes, no personificaba, sin embargo, el lugar de su ubicación. Acor-dóse Everaert de la costumbre europea, y de ahí surgió la idea de cambiarle el nombre.
Ningún otro más a propósito, pues, que el de la ciudad que les había dado curia: Guadalajara. Toma este nombre en 1908, cuando sus filas se han visto reforzadas por el ingreso de nuevos elementos, de entre los cuales es obligado mencionar a Everardo «Tata» Espinosa, Guillermo Enríquez Simoní, Angel Bolumar, Adolfo Orozco, Juan José Flores y muchos otros más, cuyo número permite al antiguo UNION, transformado ahora en Guadalajara Football Club , dar comienzo, realmente, a su largo y brillante historial.
Del grupo de jugadores que conformaron los primeros equipos del Guadalajara, gran cantidad era de nacionalidad o ascendencia francesa, los cuales llegaron a Guadalajara para trabajar en los almacenes comerciales. El resto del grupo eran mexicanos y en menor cantidad de otras nacionalidades, como españoles y suizos.