Durante el año 1898, los «ingleses locos» son los dos palabras que han de decirse por años y años para nombrar o los introductores del fútbol en la Argentina, (cuyos apellidos habrá que averiguar algún día pero rendirles el homenaje que se merecen ya que han contagiado su entusiasmo futbolístico o los muchachos crióllos hasta llegar a nuestros días. Corren todos juntos detrás del “cuero inflado».
Los empleados del Ferrocarril Sur habian conseguido permiso de Ios autoridodes del mismo para improvisar un cancha en los terrenos que rodeaban lo estación.
Fruto de esos peloteos diarios fue que nació el Argentinos Excelsior Club, cuyo vida no tuvo larga extensión, ya que quedo disuelta en 1901. Lo disgregación de los elementos del Argentino trajo como consecuencia inmediatas le fundación de varios clubes como por ejemplo: Sud América, F. C. de Barracas al Sur, Américan Club y Argentinos Unidos.
Pronto el team de Barracas al Sud se impuso a la consideración de los aficionados por la calidad de su fútbol. La semilla echado por los ingleses había caído en buena tierra.
Esta entidad tomó aspecto serio el 12 de marzo de 1900. Entre sus fundodores figuran los nombres de deportistas que más tarde han de quedar enlazados a la historia del Racing. Son ellos: Arturo y Zenón Artola, Germán Vídaillac, Pedro Viazzi, Alfredo y Raimundo Lomour, Alejandro Carbone, Ignacio Oyarzábol, Pedro S. Werner, Ricardo y Ernesto Martín, Salvador Sorhondo, Julio Planisi, Francisco Balestrieri, Bernardo Etcheverry, Leandro Boloque, Evaristo y Alfredo Paz, Enrique Poujade, Elías Calmels, José Guimil, Juan Sepich y José Paz.
Las reuniones se realizaban en la cocina de lo casa del señor Raimundo Lamour, que de esa manera adquiere el carácter de primer «secretorío“. Luego el lugar de reunión de los integrantes del Sud América F. C. se translado al domicilio de los hermanos Martín.
Por aquellas épocas se producían frecuentes divisiones en los clubes de fútbol. Quizá ellos sirvieron para una mayor y más rápida difusión del deporte. Hubo por ejemplo desacuerdos entre los dirigentes del Barracas al Sud y pronto de los palabras se pasaron a los hechos e inmediatamente la masa descontenta fundó otro club… los Colorados Unidos del Sud.
El conflicto no reportó beneficios a ninguna de las partes. Se convencieron de ello los dirigentes de las das fracciones, y se gestó la fusión.
La flamante institución no llevaron, como era natural, el nombre de ninguno de los dos grupos. Ni Colorados ni Barracas. Fue entonces que asomó a los labios de uno de los dirigentes el señor Germán Vidaillac el nombre que había de quedar grabado en la historia del deporte argentino: Racing Club.
Puedes leer aquí: ¿Por qué Racing Club se llama así?.
Realizada la elección de las primeras autoridades racinguistas recayó sobre el señor Arturo P. Artola, la designación de presídente del nuevo club. Que no era en realidad nuevo, sino la conjunción del antiguo apasionamiento futbolístico de una barriada. El calendario marcaba esta fecha: 25 de marzo de 1903.