El Mundial de España 1982

El 12o. Campeonato Mundial fue inaugurado 631 domingo 13 de junio de 1982 con una colorida ceremonia en el Camp Nou, de Barcelona, que la televisión llevó en directo a 104 países, tantos como habían tomado parte de las series eliminatorias y 1.500 millones de espectadores potenciales. No se perfilaba un claro candidato a ganar la Copa entre las 24 selecciones que llegaban a disputa de la fase resolutiva y la ventaja que la radicaciones de la sede concedía a los europeos podía anularse, de mantener los sudamericanos la superioridad demostrada año y medio antes en el Mundialito, de Montevideo.

Hubo excelentes partidos, equipos fuertes y grandes jugadores;, pero casi así tanto como el fútbol, e| espectáculo lo dio en España la gigantesca organización. Comenzaba la era de los supermundiales y se iban a utilizar diecisiete estadios de catorce ciudades; los encuentros, 52 en total. fueron catorce más que en Argentina. España tenía la designación desde 1966 y en 1975 empezó a preparar su Mundial. Incluso las apuestas del fútbol y sorteos especiales de lotería contribuyeron a financiar ¡a inversión, que era cuantiosa. La empresa nacional de televisión levantó en Madrid para el torneo una torre de 160 metros, la más alta de la ciudad, que alcanzaba los 200 metros con su antena. Unos veinte millones de dólares fueron dedicados a obras que serían desmontadas la finalización del Campeonato; entre ellas, la pasarela metálica de 150 metros_de longitud que, sobre el Paseo de la Castellana, de la capital, unía el recinto de prensa de la organización con el estadio Santiago Bernabeu.

Los estadios fueron remozados y uno de ellos, el Nuevo Zorrilla, de Valladolid, se terminó de construir con el dinero del Mundial; sólo al Bernabeu, del Real Madrid, donde estaba previsto el partido final, se destinaron cinco miltones de dólares. Los ingresos iban a concordar con la magnitud del esfuerzo de financiación. Por tres

conceptos, la cesión de derechos de retransmisión por TV, las tasas de la publicidad estática en los campos de juego, y la adjudicación de. la explotación comercial de los símbolos del certamen, se obtuvo cerca de setenta millones de dólares.

Siete mil quinientos periodistas’de todo el mundo estaban acreditados ante la comisión organizadora y cinco mil personas intervinieron en la fiesta de apertura. Esta terminó a la caída del sol con la figura de la Paloma, de Picasso, a cargo de una multitud de jóvenes vestidos de b1anco. Cinco minutos tomó dejar libre la cancha del Camp Nou para el fútbol, que debía comenzar a las ocho en punto del día 13, con el choque Argentina-Bélgica.

ITALIA ABURRE Y BRASIL ENTUSIASMA

Bélgica, segunda en la Eurocopa de 1980, derrotó 1-0 a los campeones del Mundo, e iba a ganar el primer puesto del grupo 3 con cinco puntos, tras vencer también 1-0 a El Salvador y empatar a un gol con Hungría. Argentina se clasificaría con cuatro puntós, conseguidos ante Hungría (4-1) y los salvadoreños (2-0).

Los grupos eran seis los dos equipos con más puntaje en cada uno pasaban a la segunda liguilla. Allí, los doce clasificados se distribuían en cuatro llaves identificadas con letras, A, B, C y D. A diferencia de las dos convocatorias precedentes, en España estaban programados encuentros semifinales, a disputarse por las selecciones que quedaran en primer lugar en los cuatro grupos de la segunda serie.

Mientras Italia aburría al público de Vigo con pobres resultados, Brasil entusiasmaba en Sevilla. ltalia empató a cero con Polonia, a un gol con Perú y otra vez a cero con Camerún. Pasó a la ronda siguiente después de Polonia, primera en ei grupo 1, que tampoco pudo ganarle 3 Camerún (0-0), pero goleó a los peruanos, 5-1. Ultimo ¡ba a ser allí Perú, que había obtenido plaza en el Mundial eliminando a Uruguay y se retiraba sin triunfos.

Los brasileños, por su parte, dominaban eI grupo 6 y reunían seis puntos, tras vencer 2-1 a la URSS, 4-1 a Escocia y 4-0 a Nueva Zelandia. La URSS era segunda, con victoria sobre Ios neocelandeses, 3-0, y mejor gestión goleadora global que Escocia, con la que había empatado, 2-2.

La presencia de los escoceses determinaba el refuerzo de los servicios de orden público en Sevilla y Málaga, donde la selección jugaba sus partidos y sus temibles seguidores llegaban por miles. Pero los incidentes ocurrían en Bilbao y estaban a cargo de los hinchas ingleses, que destrozaron más de un bar del casco antiguo de la ciudad después de agotar en ellos las existencias de cerveza. En cambio, era bueno el comportamiento futbolístico del equipo de Inglaterra, que se imponía a Francia, 3-1, Checoslovaquia, 2-0, y Kuwait, H), y ganaba el primer puesto del grupo 4. También se clasifcaban Ios franceses, con 4-1 ante Kuwait y empate a un gol con los checos.

La selección española no daba en el grupo 5 más que decepciones a los aficionados locales. España arrancó una igualada agónica ¿¡ Honduras (1-1) en su debut en Valencia: le ganó 2-1 a Yugoslavia con un penal que la televisión demostraría que no fue tal, y perdió por último ante Irlanda del Norte, 0-1. Con tres puntos, España alcanzó la clasificación en detrimento de los yugoslavos, que tuv¡ieron menos goles a favor que ella. Primera fue Irlanda del Norte, que sumaba cuatro puntos tras empatar a cero con Yugoslavia y a uno con Honduras.

El Mundial de 1982 había aumentado el cupo de los países perisféricos y éstos enseñaban una incuestionable evolución de su juego. Camerún terminaba sin derrotas y la única de los hondureños se debía a un penal, frente a Yugoslavia. Alemania Federal y Austria iban a tener que pactar al menos tácitamente Ia eliminación de otro equipo presuntamente débil, Argelia. Los argelinos lograron una resonante victoria sobre Alemania, 2-1, vencieron también a Chile, 3-2, y, aunque caían ante Austria, 0-2, quedaban igualados a cuatro puntos con las dos selecciones fuertes del grupo 2; Por mayor saldo de goles a favor se clasificaron allí alemanes y austríacos, que dejaron en Gijón evidencia de su lamentable acuerdo, en partido ganado 1-0 por la RFA y abucheado por el público asturiano.

TRE£ DIRECTORES TECNICOS EN PELIGRO

Catorce países europeos, cuatro sudamericanos, dos africanos, dos de la zona Asia-Oceanía y dos de la Concacaf, habían comenzado el torneo, y eran diez de Europa y dos de América del Sur los que todavía continuaban. Se conocía por fin un favorito, Brasil, cuyo juego atacante y refinada técnica eran poderosos atractivos. Los brasileños habían co-protagonizado con la URSS, en Sevilla, el mejor quizá de los partid’os vistos de momento y no se advertía quien pudiera batirlos.

Brasil quedó emparejado con Argentina e Italia en el grupo C, de Barcelona, y Enzo Bearzot se apresuró a opinar en público que su equipo no tenía posibilidad de ganar. Bearzot, director técnico de Ia se|ección italiana, era duramente contestado por la prensa y los aficionados de su país, que llegaron a reclamar su sustitución por un entrenador extranjero. Bearzot arriesgaba en el Mundial de España empleo, prestigio y futuro profesional; el mediocre juego de su equipo en la serie de Galicia parecía anunciarle la pronta jubilación.

También Jupp Derwall, de Alemania Federal, tenía la cabeza amenazada. A Derwall se le reprochaban grises resultados y la desunión de sus hombres. Algma_nia había obtenido en 1980 la Copa de_ Europa de Naciones, aunque en 1982 su rendimiento era bajo; los jugadores se dividían en camarillas y, más que del técnico, la autoridad era de alguno de ellos, como Paul Breitner. Después de Sepp Herberger y Helmut Schoen, que entre ambos cubrieron cuarenta años de trayectoria de la selección alemana, al período de Derwall iba a ser relativamente breve.

Peor aún tenía las cosas José Emilio Santamaría, seleccionador español. España quedaba fuera de competición con derrota frente a Alemania, 1-2, y empate a cero con Inglaterra y Santamaría -ex internacional uruguayo y astro del Real Madrid de los cinco títulos europeos= cargaba con la responsabilidad del fracaso y dimñtía. Santamaría no ha vuelto al día de hoy a dirigir clubes españoles.

Los italianos empezaban en el estadio de Sarriá a romper el augurio pesimista de su técnico venciendo a Argentina, 2-1, con goles de Tardelli y Cabrini. Para los argentinos anotó Passarella, que luego ¡ba a ser votado a Iagelección ideal del certamen. En cambio, no tendría lugar allí Maradona, considerado el mejor jugador del mundo. Maradona, que estaba ya cedido al Barcelona, sufrió en el Mundial de España un tratamiento acorde con su categoría. Es decir, la más dura marcación aplicada 3 jugador alguno. Particularmente fuerte fue el acoso que le dedicó el italiano Gentile, que abusó del juego sucio; au’nque ‘el único expulsado del partido fue un argentino, Gallego.

Barbas ocupó el sitio del sancionado Gallego y Calderón estaba en la delantera en lugar de Ramón Díaz cuando Argentina salió a jugarse Ia c…lasificación ante Brasil, el 2 de julio. El técnico, César Luis Menotti -que también había de ser fichado por el Barcelonamantenía en la alineación a Kempes, a pesar de su baja forma. En el ánimo de la selección argentina repercutían sin duda los ecos de la guerra de las Malvinas y de la disolución política; que acabaría con el gobierno militar del país. Muchos de sus jugadores procedían de clubes extranjeros y el equipo no tenía el brillo de cuatro años atrás.

Brasil hizo marcación de zona, pero Maradona no tuvo lucimiento e incluso mereció tarjeta roja por una entrada peligrosa a Batista. Brasil se adueñó del medio campo y tenía ventaja de 1-0 al llegarse al descanso, por gol de Zico. Menotti resolvió por fin sustituir a Kempes y Ramón Díaz se incorporó al partido. Díaz ¡ba a anotar el único tanto argentino, casi sobre la finalización; pero Brasil ya llevaba dos más, de Serginho y Junior. 3-1, y Argentina dejaba en la cancha el título mundial.

E L SEGUNDO ZARPAZO

italia era el equipo revelación del torneo por su ¡inesperada victoria sobre Argentina y en noventa minutos iba a convertirse en el favorito. Las críticas a Bearzot habían perdido súbitamente fuerza y eran muchos los hinchas italianos en las tribunas de Sarriá, el 5 de julio; aunque en ningún caso se creía posible lo que allí estaba por ocurrir. A Brasil Ie bastaba el empate para seguir a las semifinales y todos lo daban de antemano en la final. Con maniobras simples y de gran belleza, Tonínho Cerezo, Falcao, Sócrates y Zico generaban en el medio campo el espectáculo y el fútbol atacante de la selección. Los jugadores brasileños querían ganar la Copa con el juego que más deleite diera al público.

Paolo Rossi anotó el primer gol de Italia a los cinco minutos de partido y Sócrates devolvió a Brasil a los doce su oportunidad de clasificarse. Rossi desniveló otra vez el marcador a los veinticinco y con bastante trabajo Falcao puso el 2-2 a los sesenta y ocho. Italia ¡ba a lo suyo, el contragolpe, y la táctica le resultaba, en parte por su viejo oficio en el juego del zarpazo repentino y especialmente a causa de la obstinación de los brasileños, que no aceptaban la igualada. Contra todo pronóstico, Italia quedaría primera en el grupo C; Rossi convirtió el tercero a los setenta y cuatro minutos y el partido quedó sentenciado.

El puntero Conti había sido gran figura del equipo italiano, aunque las palmas eran obv_iamente para Rossi, el goleador. Apartado casi dos años de la actividad al complicarse en el mal asunto de las apuestas clandestinas del fútbol, Paolo Rossi salió de “Italia con la cabeza gacha e iba a volver como héroe nacional. Rossi seguía ¡nspirado el 8 de julio, en el Camp Nou, de Barcelona, y anotaba los dos goles del triunfo de su selección frente a Polonia.

Los polacos se habían adjudicado el grupo A, venciendo 3-0 a Béigica y acreditando mejor condición goleadora que la URSS, que les empató a cero y sumó tres puntos como ellos. Lato perinanecía en la aiineación, pero faltaba en la semifinal el mayor astro polaco, Boniek, autor de los tres goles de su equipo a los belgas. Puesta en ventaja a los veintidós minutos, Italia jugó el resto deI partido a la defensiva, su modo natural. Tras una sucesión de desordenadas tenta

tivas polacas, que sólo sirvieron al lucimiento del veterano arquero Dino Zoff, Paolo Rossi obtuvo el definitivo 2-0 en el minuto setenta y dos.

Alemania Federal y Francia, los otros semifinalistas, se enfrentaban en Sevilla. Alemania había sumado tres puntos en el grupo 8, contra dos de Inglaterra y uno de España. En cuanto a los franceses, eran los mejores del grupo D, radicado en Madrid, con dos triunfos, 1-0 ante Austria y 4-1 sobre Irlanda del Norte.

Francia ¡ba a perder la semifinal en la segunda tanda de penales. En caso parecido al de Brasil, los franceses no se concentraron en la defensa de su clasificación cuando vencían en el alargue. Alemania había salido a la cancha sin Hansi Múller ni Rummenigge; los franceses Giresse, Platini, Tigana y Genghini dominaban el medio campo, pero los alemanes abireron el marcador por medio de Littbarskí. De penal, Platini igualó en el minuto 27. El juego se hizo violento y en la segunda etapa, Schumacher, el arquero alemán, lesionó fuera del área a Battiston.

‘A los nueve de la prórroga Francia ganaba 3-1 tras anotar Trésor y Giresse. Derwal! dio entrada a Rummenigge, que de inmediato descontó; y Fischer iba a poner el 3-3. Schumacher contuvo el disparo de Bossis, en la segunda ronda de penales, y Alemania fue el finalista.

El agobio moral y el desgaste físico del partido perdido en la semifinal influyeron dos días después en la derrota de Francia ante Polonia, que contó nuevamente con Boniek y obtuvo el tercer puesto en el Mundial. El juego de Francia fue excelente en la segunda m¡’ tad del torneo después de e.€tar entorpecido en la primera por el ambiente negativo creado en el equipoa causa de los problemas matrimoniales de Michael Platini.

Christel, la esposa de Platini, tuvo poco antes del Mundial una aventura amorosa con Jean-Francois Larios, compañero de su marido en ell Saint-Ettienne y la selección., El caso hizo crisis en España y Platini reclamó la exclusión de Larios, en tanto se resentfa su rendimiento y el de todo el conjunto francés.

Michel Platini, elegido tres veces el mejor jugador de Europa »-una marca máxima que sólo comparte con Johann Cruyffes en la actualidad el futbolista más caro dezl mundo. La Juventus, el club italiano que lo contrató en 1982, ha tasado su eventual transferencia en doce millones de dólares. En México, Platini cumplirá su tercera intervención en los Mundiales y, a los 30 años de edad, parece estar en la cima de su carrera.

Nacido en el Piamonte italiano, su familia emigró a Francia y a los 18 años Platini era titular del Nancy, donde permaneció hasta 1979 -el año de su incorporación al SaintEttienney fue goleador de la Liga francesa en cuatro temporadas. La notoriedad de sus _conflictos conyugales favoreció su traspaso a Italia, donde pudo reconstruir su matrimonio con Christel y hallar la tranquilidad interior que necesitaba para la explosión de su gran talento futbolístico.

De perfil desgarbado, medias caídas y camiseta siempre fuera del pantalón, Michel Platini es maestro en la orientación del juego y un peligroso goleador. Ha ganado con la Juventus la Copa de Europa de clubes campeones y lá Intercontinental; en ¡a selección francesa, obtuvo en 1984 la Eurocopa de Naciones.

ITALIA, 44 ANOS DESPUES

Los diarios de Madrid informaban a 48 horas de la final que no había ya localidades para e| estadio Bernabeu; aunque todavía minutos antes de ponerse la pelota en juego era posible conseguirlas, fuera de boleterías y a bajo precio, de aficionados que renunciaban a| espectáculo al no estar allí su equipo.

Cuarenta y cuatro años después de su segundo título Mundial, Italia era el 11 de julio candidata de la mayoría e iba a vencer con amplitud. Derwall alineó a Rummenigge, el astro alemán, que tuvo no obstante un opaco desempeño y fue sustituido por Hansi Múller.

Tanta era la autoconfianza del equipo italiano que pudo incluso asimilar sin consecuencias el desperdicio de un penal, que Cabrini envió afuera cuando se estaba 0-0. Italia cedía el medio campo y lanzaba sus contragolpes a través del veloz y escurridi20 Conti. Rossi anotó de cabeza a los once minutos del segundo tiempo; era su sexto tanto en el certamen, con el que iba a ser primero en la lista de goleadores. _ Un cuarto de hora después, Tardelli batía a Schumacher con un disparo desde el borde del área. Italia ganaba 2-0 y mantenía bajo control las improvisadas embestidas de Alemania. Altobelli convirtió el tercero tras gran jugada de Conti y los alemanes el suyo a ocho minutos de la finalización, por medio de Breitner.

Puedes leer aquí: Cual fue el balón de la Copa del Mundo 1982.

Dino Zoff, el capitán del equipo italiano, recibió la Copa F|FA de manos del rey Juan Carlos de España. Para los vencidos hubo una medalla; los alemanes no consiguieron levantar su juego y cayeron sin excusa en la final. Paradójicamente, la derrota los confirmaba como potencia de primer orden; porque muy notable ha de ser el fútbol de un país que en su mal momento queda subcampeón en el Mundial.