Los muchachos que llevaban bien hondo el sagrado fuego riverplatense, no se dieron por vencidos y cargaron en hombros los arcos, los postes y el alambrado y fueron a un “potrero“ de Sarandí. Era un terreno ubicado a pocas cuadras del arroyo que llevo idéntico nombre.
Enseguida pusieron todos manos a la obra. Todos, sin excepción, ya que por aquel entonces nadie hacía el horogán. Eran los tiempos de los «jugadores-dirigentes» Habia que construir para cumplir con los requisitos de la Liga; una cosilla que hobia de servir de vestuario paro los Jugadores
En esa época hasta el propio referee utilizaba el mismo vestuario que los jugadores.
En poco tiempo, ya que se trabajab con pasión, la casilla quedó lista. Sobre el techo se colocó un tanque que serviría para el baño de los jugadores, y que sería llenado a fuerza de baldes que los patriotas de River Plate traerían desde el arroyo Sarandí. El tanque era de “engaña píchonga», ya que carecía de ciertos dispositivos imprescindibles paro destinárselo a la ducha de los muchachos.
El caso es que llegó el día de la inspección de la cancha y la casilla,por parte de un delegado llamado Williams. Este miró la cancha y dió el visto bueno inmediatamente. Se dirigió luego a la casilla y quiso cerciorarse de que el baño funcionaba perfectamente. Fue asi que un dirigente tiró de una soga y comenzo a salir agua cristalina. El nuevo estadio de River Plate, a pocas cuadras de Sarandí quedó aprobado. Nunca supieron ni el señor Williams ni los dirigentes de lo Liga como realmente funcionaba ese baño. No imaginaron jamás que dentro de ese tanque estaba escondido un dirigente, balde de agua en mano, y que ante un golpe sobre el piso,convenído como señal, por medio de baldazos, hizo correr ei agua por la flor de la regadera.
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Una respuesta a «La Segunda Cancha de River Plate en Sarandi»