LOS TRABAJOS DE LA PRIMERA HORA
Fué en 1881 cuando don Alejandro Watson Hutton, padre del famoso jugador argentino del mismo apellido, que tanto prestigio conquistara en nuestras canchas, se propuso implantar en Buenos Aires la práctica de un deporte que forzosamente debía ser resistido al principio y contaría con una legión de opositores capaces de restar energías y entusiasmos a dos más decididos y a los más empeñosos.
Poco podía hacer, sin embargo aquella oposicion, por tenaz que resultase, contra la energia y contra los nobles propositos que animaron al Sr. Watson Hutton.
El conocia perfectamente «las ventajas que aportaria a nuestra juventud la práctica del football», y resolvió consituir un team valiéndose para ello del concurso de un amigo suyo que habia sido footballer en Escocia.
Con esa inquebrantable tenacidad tan necesaria imprescindible, casi, para que triunfen las sanas iniciativas, se puso de lleno a la obra y bien pronto pudieron jugarse los primeros partidos.
A falta de una cancha apropiada, el patio del English High´s School se convirtió en campo de juego y no hay para que decir, los destrozos que encontes causaron los noveles footballers en los vidrios de la vecindad y aún en los del propio colegio.
Recién a fines de 1885 pudo alquilarse un campo en Barracas, cerca de Constitucion y en las inmediaciones del antiguo Hospicio de Las Mercedes.
Para los detractores de este «nuevo deporte», segun el mismo señor Watson Hutton ha dicho alguna vez «no fue exceso de suspicacia la de algunos que vieron con sorpresa el desarrollo de un match y que ignorantes de la dinalidad perseguida y de las reglas del juego, creyeron hallar una relacion logica entre la vecindad del field y la del manicomio»
Aquella adquisición coincidió con otro hecho que por cierto tuvo importancia para el progreso del football: el traslado del English High’s School, frente a la cancha. La realización frecuente de partidos quedó de tal suerte ampliamente facilitada a profesores y alumnos del establecimiento, contribuyeron con sus esfuerzos no sólo al adiestramientae del equipo, sino hasta al arreglo de la cancha que paulatinamente iba quedando en aceptables condiciones.
El primer match sobrevino poco después, como consecuencia lógica de una intensa propaganda en la cual todos tuvieron participación activa. Se disputó contra un cuadro del Buenos Aíres Gran Sur, en forma un tanto rudimentaria, por bien explicables razones y se refiere que por aquella época, no eren pocos los jugadores que mostraban una marcada tendencia a retirarse del field en cuanto recibían un pelotazo o se producía un accidonte, que aún cuando fuese sin mayor importancia, era magnificado, por virtud de un temor y de prejuicios infundados que desaparecieron después, a medida que el deporte progresó y se conoció mejor su técnica.
Arnot Leslie, — ex empleado de los docks, — y algunos compañeros que trabajaban a sus órdenes, constituyeron otro cuadro, el de los Caledonians; Waters formó más tarde el St. Andrews, al que pertenecían asimismo algunos mayores del Englihs High’s School y a partir de entonces se inicia, puede decirse, una era de gran actividad para el football, incipiente aún en esta parte de América.
Los trabajos de aquellos días verdaderamente inolvidables, tuvieron también un factor de éxito seguro en Alec Lamont, escocés, empleado del Buenos Aires Gran Sur, que luego ocupara el cargo de secretario al constituirse la entidad fundada para dirigir el deporte en el país.
Secundáronle en la tarea, entre otros, B. O. Norwwod, E. Morgan, P. Shaw, W. Mathews, y en general, los empleados del B. A. G. S., que vino a ser conjuntamente con el English High’s School, algo así como el emporio de donde surgieron las primeras energías y de donde partió el ejemplo.
Cuál era el ambiente en que se efectuaban esos primeros matches, lo dice con bien sobrada claridad, un hecho sencillo, pero de evidente elocuencia. «Cuando llegaron al país las primeras camisetas y pelotas de football, y también los elementos del juego de cricket, — escribía el Sr. Watson Hutton — el vista de aduana sufrió una gran sorpresa, y como no había cláusula en la tarifa de avalúos que se refiriera a esas curiosidades, las dejó pasar sin gravámen, para los ingleses locos»….
El English High´s School, se trasladó algunos años después al local de la calle Santa Fe, 3590, donde se instaló a poco la sede social de la Liga y donde se celebraron las primeras reuniones.
Una respuesta a «Cómo surgió el fútbol en Argentina»