Uno de los momentos más importantes en la vida de Alfredo Di Stéfano ocurrió en 1963, cuando se convirtió en ciudadano español. Aunque había nacido en Argentina, Di Stéfano había pasado gran parte de su carrera en el Real Madrid y había ganado numerosos títulos para el equipo. Su papel en el éxito del Real Madrid en la década de 1950 había ayudado a elevar el perfil del fútbol español y había hecho de Di Stéfano un héroe nacional en España.
El proceso para que Di Stéfano se convirtiera en ciudadano español comenzó en 1956, cuando se casó con una española y comenzó a vivir en Madrid de forma permanente. Sin embargo, debido a la complejidad de las leyes de inmigración en España en ese momento, el proceso se retrasó durante muchos años. Di Stéfano finalmente pudo solicitar la ciudadanía en 1963, después de que se promulgaran nuevas leyes que hacían más fácil para los inmigrantes obtener la ciudadanía española.
La obtención de la ciudadanía española fue un momento crucial en la vida de Di Stéfano, ya que le permitió ser considerado como un jugador español y no como un extranjero en los partidos internacionales. Esto fue especialmente importante para el Real Madrid, ya que el equipo había estado luchando por ganar la Copa de Europa después de varios años de dominio. Con Di Stéfano ahora considerado como un jugador español, el Real Madrid pudo incluirlo en la alineación titular para la final de la Copa de Europa de 1964, en la que vencieron al Inter de Milán por 3-1.
La obtención de la ciudadanía española también significó mucho para Di Stéfano personalmente. Después de haber pasado gran parte de su carrera en España y haber formado una familia allí, Di Stéfano se sentía profundamente conectado con el país. La ciudadanía española le permitió sentirse más integrado en la sociedad española y le dio una sensación de pertenencia y de hogar.
En resumen, la obtención de la ciudadanía española fue un momento clave en la vida de Alfredo Di Stéfano. Le permitió ser considerado como un jugador español y ayudó al Real Madrid a ganar la Copa de Europa de 1964. También le dio una sensación de pertenencia y de hogar en España, donde había pasado gran parte de su carrera y había formado una familia.