Un año después de haber donado Sir Thomas Lipton el trofeo que llevara su nombre, don Nicanor R Newton regaló una copa para ser disputada por las Ligas Argentina y Uruguaya, también con fines de caridad.
Establece la reglamentación que rige al respecto, que esta copa «se disputará anualmente en un solo partido entre jugadores de las primeras Ligas Argentina y Uruguaya, sin distinción de nacionalidad y que el partido se jugará alternativamente en Buenos Aires y Montevideo, disputándose en aquella de las dos ciudades donde no se haya jugado ese año la copa Lipton».
El producido de la venta de las entradas, después de deducirse los gastos, se destinaba hasta 1918, a obras de beneficencia en el país donde se hubiera realizado el encuentro, pero a partir de aquel año y como consecuencia de un convenio celebrado entre las Asociaciones Argentina y Uruguaya, pasa directamente al fondo social de la entidad bajo cuyo patrocinio se juega el partido.
Agreguemos finalmente, que el nombre clásico, el nombre «tradicional» del trofeo a que nos referimos es el de «Copa de las Ligas», porque con esa denominación se quería significar que los equipos representaban a las entidades dirigentes del football de la Argentina y del Uruguay, con prescindencia absoluta de la nacionalidad de los jugadores.
En otros términos, se deseaba distinguir este trofeo de la otra copa, la Copa Lipton, cuya disputa, como se sabe, está reservada úniemente a jugadores argentinos y uruguayos.