En la década del 20 las pelotas de fútbol comenzaron a cambiar su diseño estructural. Atrás quedaban los 8 gajos alargados unidos en sus polos para pasar a un nuevo entramado de 12 gajos entrelazados de a pares.
Esta nueva conformación entramada del balón de 1920 hacia posible una mayor redondez que su antecesor, el cual tenia todos sus gajos en un solo sentido, tendiendo a deformarse.
Eran fabricados con cuero vacuno, totalmente cosidos a mano y con vejigas sintéticas en su interior. En 1920 continuaba el cierre de apertura y cierre por medio de una cuerda de tiento.
Las pelotas de 12 gajos tuvieron su esplendor en las olimpíadas de Uruguay 1928 donde el local, se quedaría con el título olímpico de ese año al ganarle a la Argentina por 2 a 1.
A partir de allí comenzó a gestarse otro diseño característico de finales de la década del 20. El modelo T-Shape. Haciendo su gran presentación nada menos que en la primera Copa del Mundo en 1930, también disputada en Uruguay y nuevamente ganada por los locales ante la Argentina por 4 a 2.
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