Pegarle «tres dedos» en el fútbol, se llama a la técnica o habilidad en la cual un jugador golpea el balón con la parte exterior de su pie llamada empeine, logrando un efecto curvo en la trayectora de la misma.
El gol más emblemático realizado bajo este tipo de efecto, fue convertido por el jugador brasileño Roberto Carlos en un encuentro amistoso en vísperas de la Copa del Mundo de 1998 entre Brasil y el país organizador Francia.
Este gol sí que desafío las leyes de la gravedad. Si no lo has visto te recomiendo hacerlo.