1908-1909 Barcelona a punto de desaparecer

Para la temporada 1908/09 las cosas para el Barcelona se estaban poniendo cada vez mas feas al no verse acompañada de éxitos deportivos, y tampoco de figuras de renombre. Esta situación hizo hacer a 38 la suma de socios que seguia firma al club.

Puedes leer aquí: Barcelona en la Asociación de Clubs, por última vez.

El 11 de noviembre Vicenç Reig es elegido como nuevo presidente, y dado la situación con la que se encontró, decidó convocar una Asamblea Extraordinaria para el 2 de diciembre.

La asamblea se realizó en Gimnasio Solé donde asistieron tan solo 20 personas, con la intención era disolver el club. Francesc Sanz puso al tanto a todos del momento que se vivia, al terminar y luego de un silecio eterno, el jugador Carlos Wallace dijo:

«¿Pero no hay nadie que se atreva a levantar al club? Si lo hay, todos los jugadores estaremos a su lado»

A lo que Joan Gamper, el gran fundador agregó:

«El Barça no puede ni debe morir. Si no hay nadie que lo intente, yo asumiré la responsabilidad de cuidar de él en lo sucesivo. Estoy seguro de que estarán a mi lado cuantos, en aquellos tiempos en que el fútbol era al raro y mirado con desconfianza no vacilaron en apoyarme y secundarme. En estos momentos quiero
olvidar agravios y desconsideraciones recibidas, que habían motivado mi apartamiento de la vida interna del club, para reclamar un puesto en la lucha que todos vamos a tomar para reanimarlo. Si alguien quiere secundarme que lo diga. Si no, yo solo arrastrare la responsabilidad»

Fue así como le pidieron a Gamper que fuera el presidente, siendo la primera vez que el fundador, llegaba a tal alto cargo.

Dentro de las primeras acciones que se tomaron fue la de recuperar socios y la de contar con un estadio propio, claves para una base sólida.

El 14 de marzo de 1909, en tan solo 3 meses se construyó el nuevo estadio de la Calle Industria.

El Barcelona se quedaria así conel Campeonato de Catalunya, donde el Espanyol se fusionaria con el Sporting X. En la Copa de España, Barça perdería en semifinales contra el Español de Madrid, por 3-2.

Tambien por estos años el Barcelona propondría la creación de la Federación Española de Futbol.

Puedes leer aquí: 1909-1910 El Barça consigue el Triplete.

Esta temporada 1908/09 que empezó tan mal, finalmente termina con nuevas ilusiones y una nueva etapa de oro con fundador al mando de la institución.

Alexander Watson Hutton, El padre del Fútbol Argentino

Alejandro Watson Hutton nació el 10 de junio de 1853, en Glasgow, Escocia.

Con tan solo 2 años de edad y a causa del feroz avance de la tuberculosis, propagada por el mal clima escoses, había perdido a su padre, a los cuatro a su madre y a los nueve a su abuela.

Fue educado por su abuela materna y luego en la escuela pupila «Hospital Daniel Stewart» en Edimburgo. Watson Hutton también era un aficionado al fútbol.

Fue criado en dicho internado para niños huérfanos y enviado a los 29 años hacia la Argentina en búsqueda de climas más templados, para escapar de la enfermedad que había acabado con su familia.

Hutton partia hacia Sudamérica sin haber dejado ningún rastro de actividad como deportista destacado en Escocia. Finalmente llega a la Argentina 1882 para radicarse definitivamente, en momentos en que dicho país estaba recibiendo la gran oleada inmigratoria europea (1850-1930).

Alexander Watson Hutton que era graduado de la Universidad de Edimburgo, fue contratado como director del exclusivo colegio Saint Andrew’s Scots School, donde ejerció durante dos años. Hutton insistia en incluir el deporte y en especial el fútbol, como parte fundamental de la actividad pedagógica de la escuela. Sin embargo, luego de dos años y después de que rechazaran su solicitud de ampliar campos y tener un gimnasio, decide renunciar y abrir su propia institución el 2 de febrero de 1884, llamada Buenos Aires English High School (BAEHS) capaz de reflejar sus ideales educativos.

Luego de dos años, con el fútbol como eje de su plan de estudios, tenía cincuenta alumnos internos y quinientos alumnos de día, por lo que debió mudarse a instalaciones más grandes.

El 21 de febrero de 1893, Alejandro Watson Hutton funda la Argentine Association Football League, cuya primera sede estaba ubicada en Venezuela 1230, de Buenos Aires. Esta asociación que llevaba el mismo nombre de la que dos años antes, había organizado el primer campeonato de fútbol. Esta nueva institución estaba formada por los equipos más importantes de ese momento: el Quilmes Athletic Club, el Old Caledonian’s y el Saint Andrews School (primeros campeones argentinos en 1891), el Buenos Aires English High School, el Lomas Athletic Club y el Flores Athletic Club.

En 1898, Watson Hutton fundó el Club Atlético English High School (CAEHS), renombrado en 1901 como Alumni Athletic Club, que alcanzó a participar por primera vez en el campeonato argentino de primera en 1900.

Puedes leer aquí: Club Alumni, la génesis del fútbol argentino.

Lo hizo junto a otros tres equipos: el Belgrano Athletic Club, el Lomas Athletic Club y el Quilmes Athletic Club. El English High School se coronó campeón invicto, sumando 18 goles a favor y tan sólo 3 en contra.

En los siguientes once años, Alumni obtendría otros nueve campeonatos hasta que finalmente se disolvió en 1911 ya que les resultaba cada vez más dificil llegar a juntar los 11 jugaderes ya que al ser amateurs todos tenian otras obligaciones.

Puedes leer aquí: El final del Alumni.

La liga que creó siguió jugando sin solución de continuidad hasta el presente y la Argentine Association Football League, se transformó en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Puedes leer aqui: 1934, se crea la AFA.

Finalmene falleció en 1936, y fue enterrado en el Cementerio Británico.

1941, Novedades en AFA

Continuando con el El progreso de la AFA de 1940, la incorporación de Newell’s Old Boys de Rosario y Rosario Central en forma permanente arrojó positivos resultados económicos durante la década del ’40 cuando, además de celebrarse el cincuentenario de su fundación e inaugurarse oficialmente el nueve -actual- edificio de la calle Viamonte, la AFA vio aumentar la tensión en la relación entre Clubes y jugadores, que con el correr de los años produciría primero un pequeño éxodo & México y finalmente la gran crisis con los futbolistas, numerosos y de gran renombre, que vieron una puerta abierta en Colombia.

Así, hacia allí se dirigieron los mejores jugadores, obligando a la AFA a proseguir el torneo con los equipos de Tercera División (1948).

Las obras del nuevo edificio, en 1941, determinaron una sede de emergencia para el Consultorio Médico, cuyo servicio la Memoria de la AFA correspondiente a ese año ponderaba con legítimo orgullo, a la vez que destacaba la normalidad y el éxito de esa temporada, tanto en la Primera como en la Segunda divisiones. Asimismo daba cuenta de los primeros árbitros egresados, veintiuno, resaltando la labor de la Academia de Referees, cuyo director honorario, señor Ponciano R. Souto, presentó un amplio y detallado informe sobre los egresados, alumnos que iniciaron los cursos el año anterior, y los cursantes del año 41, así como distintas cuestiones referidas al tema específico de la escuela y su evolución. La nómina de esos 21 primeros árbitros egresados de la AFA, un logro histórico sin duda, es la siguiehte: J. Aldave, P. Asom, E. Badolatti, J . Barani, H. Battiston, A. J. Bruzzone, A. Carlini, R. Fuster, F. Goes, B. Kvitca, A. A. Lamarca, S. La Sala, L. Martínez, R. Oubiña, O. Perego, L. Pincirolli, R. Ribas, ]. C. Ripetta, D. Sansone, L. Saporiti y J . Trama.

Además, de acuerdo con el artículo 225 del Reglamento General, que dispone que “la función de referee oficial (de cualquier categoría) no podrá confiarse a quien no tenga algún medio de vida lícito”, se hacía constar la profesión de los egresados, a saber: empleados (nacionales, municipales o de comercio), 12; técnicos, 4; estudiantes universitarios, 3, y oficios manuales, 2.

En cuanto al Consultorio Médico, al ofrecer la labor desarrollada durante el año, se auguraba la mayor comodidad en el subsuelo del nuevo edificio en construcción, poniendo de relieve, una vez más, el carácter honorario de su director, Dr. Ricardo Finocchietto, así como de los profesionales que lo acompañaban, doctores Augusto Covaro, Jesús Porto, Amadeo Marano, Rodolfo L. Ferré, Héctor Marino, Leoncio L. Fernández, Santos Luchetti, Julio V. Uriburu (h.), Santos Belchor y Oscar Aveta.

Un último dato de 1941 revela que fueron inscriptos 2.233 nuevos jugadores que, sumados a los 38.079 de 1940, llevaban el total a 40.312.

(Fuente: Cien años con el fútbol)

1940, El progreso de la AFA

A partir de la constitución de la AFA como único rector del fútbol argentino, cuyo primer período presidió el distinguido médico, y posteriormente renombrado cirujano plástico a nivel mundial, Ernesto F. Malbec, se desarrolla un período de estabilidad institucional, de avances en lo deportivo y social de los clubes profesionales y de mayor integración con ligas y clubes del interior. En sucesivas etapas se van introduciendo reformas y modificaciones en el estatuto, los reglamentos, las penalizaciones y la organización de los árbitros, así como el avance del consultorio médico.

Dos figuras señeras morían en 1936 y la AFA les rendía un merecido homenaje. Se trataba del dirigente Alejandro Watson Hutton, el 9 de marzo, y del legendario jugador de Alumni, Jorge Brown, el 3 de enero. River se consagraba campeón. El año siguiente, de parecidas alternativas y con River otra vez campeón, fallecía en Gran Bretaña otra gloria de la dirigencia del fútbol argentino: Francis Hepburn Chevallier Boutell. Sobre el final, una diferencia con la Confederación Sudamericana desembocaba en un conflicto y en la desafilíación de la AFA, que se reafiliaría en 1940.

Un año antes, o sea en 1939, se registraron varios hechos sobresalientes: se concretó la afiliación directa de Newellºs Old Boys de Rosario y Rosario Central, se redactó el reglamento para la designación de árbitros y, posteriormente, se creó la Academia de Referees, a la vez que se decidía, mediante crédito hipotecario, la construcción del nuevo edificio en la calle Viamonte, al que un año antes (1938) se había anexado el lote numerado 1366, adquirido con ese fin.

Con 1940 llegó la inauguración del estadio de otro grande: Boca Juniors. Se contrató a tres árbitros británicos y a mediados de año se concreta el reingreso a la Confederación Sudamericana. En octubre, y en un acto trascendente y público -día 29, hora 19-, se colocó la piedra fundamental del edificio de la AFA, que abarcaría -y aún hoy abarca los números 1366, 1372 y 1376 de la calle Viamonte de la Capital Federal. El discurso del presidente de la AFA, Adrián C. Escobar, constituye no sólo un documento, sino una real pintura de esa actualidad institucional y deportiva.

Veamos algunos párrafos de su mensaje: “Colocamos hoy la piedra fundamental del nuevo edificio que la Asociación del Fúlbol Argentino levantará sobre el mismo solar en que durante 16 años ha tenido su sede y por la cual han desfilado muchas figuras ilustres de la intelectualidad argentina, que a la vez fueron destacados cultores del deporte. En su modesta sala de sesiones, que por muchos motivos podríamos calificar de histórica, se han realizado actos y asambleas en las que el deporte ha salido prestígíado por medidas oportunas inspiradas en sanos propósitos de bien público y mejoramiento, que tonificaron las voluntades de los asociados y les dieron nuevos bríos para llevar a la práctica ideales largamente acariciados”.

Tras ponderar la amplitud de horizontes motivada por las gratas perspectivas de unidad de los deportistas, vaticinó que el nuevo edificio, magnífico por su concepción y caracte1ísticas, se convertin’a en el “hogar de los futbolistas”, y en él tendrían acogida sus ideas, iniciativas y observaciones.

A continuación, el Dr. Escobar añadió: “Estamos muy distantes de los días iniciales del año 1893, en que se creaba la primera Asociación de Fútbol. Desde entonces, ¡cuántas transformacíones, cuántas vicisimdes, cuántas incertidumbres ante la confusión ambiente! Hasta que por evoluciones sucesivas aquel débil organismo se ha transformado en una sólida y respetable institución, que sintetiza las más elevadas finalidades del deporte en lo social, cultural, educativo y patriótico.

”La Asociación del Fútbol Argentino -sostuvo en otro de los párrafos salientes de su discurso tiene obligaciones ineludibles, y en primer término el de imprimir un nuevo ritmo al deporte, más en armonía con el grado de perfeccionamiento que se ha alcanzado en el mundo en estos últimos años. Es para mí una honra singular echar las bases del nuevo edificio colocando la piedra fundamental de la Sede del Deporte, bajo su numen tutelar y allá, desde la inmortalidad, el verá que los que nos quedamos nos sentimos orgullosos de continuar la brillante tarea que emprendiera señalándonos el cumplimiento de un sagrado deber”.

1936, Préstamos a los Clubes Argentinos

Aunque lo consideró negativo, la comisión supo ponderar el aporte que hacían los clubes hacia su expansión. más allá de su objetivo futbolístico. Y el año siguiente (1936) el Poder Ejecutivo dispuso conceder préstamos en títulos de deuda pública a las instituciones deportivas de todo el país, para la costrucción de estadios y campos de deportes.

Puedes leer aquí: 1935, Consolidación y revisión de los Clubes Argentinos.

Sin duda, un reconocimiento oficial para esa expansión deportiva y, si bien era inevitable, entonces como ahora, polemizar sobre la utilización de ese apoyo económico, la realidad indiscutible fue que los clubes se consti= tuyeron en un factor trascendente -incluso reemplazando al Estadoal servicio de los sectores de menores recursos, que con una módica cuota tenían acceso al fútbol y a otras disciplinas deportivas y recreativas.

Algunos estudiosos de la historia del fútbol consideraron que una ayuda como la que proporcionó el Estado iba, sin quererlo, en contra de la evolución natural del profesionalismo en cuanto estimulaba la construcción de estadios en número superior a las necesidades de un fútbol profesional bien organizado. Y, a la vez, el correr de los años también daría razón a las observaciones de la Comisión de la AFA de 1935, pues la expansión de los clubes en múltiples actividades deportivas y sociales, sin ingresos firmes que las financiaran, fue asfixiando a las entidades enfrentándolas al dilema de reducirse, arancelar los distintos servicios o desaparecer.

Claro que fue un proceso lento, aunque progresivo, que permitió una explotación plena por más de dos décadas. Y hubo clubes que, mejor administrados, escaparon a ese destino generalizado.

(Fuente: Cien años con el fútbol)