Entre 1988 y 1996, el FC Barcelona vivió una revolución futbolística sin precedentes. Bajo la dirección técnica de Johan Cruyff, el club no solo ganó títulos: cambió la manera de entender y jugar al fútbol en España y en el mundo. Así nació el mítico Dream Team.
Cruyff, leyenda del fútbol holandés y discípulo del “fútbol total”, llegó al banquillo blaugrana en una época convulsa. Su propuesta era audaz: posesión como principio, juego ofensivo, presión alta, movilidad constante y, sobre todo, una identidad basada en el balón.
Entre 1990 y 1994, el Barça conquistó cuatro Ligas consecutivas, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, una Recopa de Europa y, sobre todo, la primera Copa de Europa (actual Champions League) en la historia del club, conseguida en Wembley en 1992 ante la Sampdoria.
El equipo estaba lleno de figuras legendarias: Ronald Koeman, Pep Guardiola, Hristo Stoichkov, Michael Laudrup, Andoni Zubizarreta, Txiki Begiristain, José Mari Bakero, Eusebio, Romário y Julio Salinas, entre otros. Más allá de los nombres, lo que destacaba era el estilo colectivo, un juego coral y armonioso que enamoraba al mundo.
El legado de Cruyff no se mide solo en trofeos. Su filosofía se convirtió en el ADN del club, influyendo directamente en figuras futuras como Xavi, Iniesta, Messi y el propio Guardiola como entrenador. El tiki-taka, la Masía, el dominio de posesión… todo tiene su raíz en aquel equipo.
El Dream Team fue más que un gran equipo: fue una idea de fútbol hecha realidad, una revolución táctica y estética que inspiró a generaciones y cambió la historia del Barça y del fútbol moderno.