El Mundial de Italia 1934

Italia, que había preparado una potente selección, Argentina con los tres oriundos, Monti, Guaita y Orsi, y Austria, vencedora poco antes de los locales en Turin, partían como favoritas para la Copa del Mundo de 1934.

La representación latinoamericana en el segundo torneo se redujo a dos países y fue aún menos importante que la europea en el primero, dadas la ausencia de Uruguay y la debilidad de los equipos de emergencia enviados por Argentina y Brasil.

Los argentinos se reservaron sus mejores figuras y no las enviaron a Italia, en solidaridad con los uruguayos, que no perdonaban a Europa su escasa aportación al Mundial de Montevideo, y por temor a exhibirlas frente a los clubes italianos, que les habían desmantelado el conjunto vicecampeón de 1930. Y por otro lado Brasil, con su fútbol dividido en dos federaciones, una profesional y la otra aún amateur, tuvo que descartar a los paulistas y sólo utilizó jugadores de Río de Janeiro.

Por única vez en la historia de los Mundiales, el título no iba a ser defendido por su poseeďor.

Uruguay mantenía un excelente nivel de juego, como lo probaría un año después de la Copa del Mundo Italia 1934, al obtener en Perú el Campeonato Sudamericano extra. Los acontecimientos iban a justificar su ausencia, por razones distintas a las de origen.

En 1934, todo estaba dispuesto para el triunfo italiano y los argumentos de la calidad futbolística se estrellarían contra maniobras arbitrales. Italia era gobernaba por Mussolini y las victorias deportivas, conseguidas de buena o peor manera, servían a la propaganda del régimen fascista.

Eran dieciséis los equipos participantes, después de eliminatorias zonales que dejaron fuera a otros catorce inscriptos.

Italia empezó pegando fuerte, el día 27 de mayo, en el estadio de Roma, vencia 7-1 a Estados y los Unidos. El de Mundial se jugaba en un total de ocho ciudades y los octavos de final se resolvían se jugaba a en un partido. Para separar los principales equipos, se procedió a la designación de cabezas de serie, que también fueron ocho: Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Checoslovaquia, Holanda, Hungría e Italia. Holanda y las dos
selecciones sudamericanas no iban a alcanzar los cuartos de final.

El inexperto conjunto argentino cayó 3-2 ante Suecia, en Bolonia, y los brasileños fueron derrotados 3-1 por España en Génova. Descartado ya Estados Unidos, la eliminación de Egipto por Hungría, en Nápoles, vaciaba el torneo de equipos extracontinentales. Sólo países europeos continuaban compitiendo.

La confrontación resultó bastante equilibrada en la fase siguiente, donde ningún vencedor lo fue por más de un gol y hubo un empate. Pero los incidentes violentos abundaron y se evidenció la ayuda arbitral a la selección italiana.

Si bien Checoslovaquia y Suiza rindieron una buena exhibición en Turin, con triunfo de la primera por 3-2, y un gol del checo Nejedly a siete minutos del final, el juego sucio prevaleció en el encuentro Austria-Hungría, en Bolonia, y en Alemania-Suecia, en Milán.

Hungría perdió, 2-1, tras la expulsión de su puntero derecho, y Suecia fue batida con igual marcador, después de disputar casi todo el partido con diez hombres, por severa contusión de uno de sus defensas.

En tanto, en Florencia, Italia no podía, en lucha violentísima que dejó once jugadores de baja por lesión para el partido de desempate, quebrar la resistencia española. España conservaba en lo básico la formación con la que cinco años antes había asestado a Inglaterra, en Madrid, su primera derrota en el continente europeo, y su fútbol estaba quizá en el mejor momento de su historia. Se puso en ventaja a los treinta minutos con gol de Luis Regueiro, entreala derecho, y sólo iba a ceder la igualada, sobre el término de la primera etapa, cuando los italianos cargaron ilícitamente contra el legendario arque
ro Zamora, despejando la meta para un disparo de Ferrari.

Ricardo Zamora, el divino, fue el héroe del encuentro y la gran figura del Mundial. Lesionado, no pudo alinearse al día siguiente, para el desempate, que Italia ganaría 1-0 con la colaboración del árbitro.

Con otro excepcional golero, Frantisek Planicka, de Checoslovaquia, tendría que verselas Italia en el partido por el título. Checoslovaquia venció en semifinales 3-1 a Alemania, con un juego bien ensamblado que tenía en Nejedly y Puc dos peligrosos realizadores.

Para llegar a la final, los italianos debían aún medirse con el poderoso equipo austríaco, dominador del fútbol centroeuropeo. Era notoria la rivalidad entre los técnicos de las dos selecciones, Vittorio Pozzo y Hugo Meisl, que iban a librar en el estadio de Milán un duelo personal. Los antecedentes favorecían a Meisl, el austríaco, que había salido vencedor de la útlima prueba de fuerza entre ambos, también entablada en territorio italiano.

En Austria sobresalía el centro delantero Sindelar, sobre quien se lanzó no sin violencia Luis Monti, logrando anularlo; y el máximo astro de Italia iba a ser, hasta la conquista de la Copa, el puntero izquierdo Orsi.

Mumo Orsi, un desequilibrador de defensas, habilitó la entrada con que Guaita -también argentino, conseguía el único tanto del partido.

El suizo Mercet ¡ba a ser expulsado por la federaciónhelvética como consecuencia de su escandaloso arbitraje del segundo partido Italia-España, donde perjudicó claramente a los españoles, y el sueco Ecklind sería amonestado en su país por su gestión en Ia fina|. Los príncipes de la casa real italiana y Benito Mussolini ocupaban el palco de honor cuando el 10 de junio Italia y Checoslovaquia salieron al césped del estadio de Roma para dar resolución al torneo.

Si bien de menor capacidad que el Centenario, de Montevideo, el estadio de Roma ofrecía un lleno completo. La masiva asistencia de público había caracterizado todo el desarrollo del Mundial y los ingresos de boleterías iban a bastar para cubrir los gastos de las selecciones visitantes.

Los checos comenzaron atacando, con su habitual juego colectivo, e impusieron el silencio a las tribunas, pobladas por 55.000 espectadores, cuando el puntero izquierdo Puc batió a Combi. Italia, que también practicaba un fútbol de conjunto, incluso más veloz y verticalizado que su oponente, consiguió igualar por medio de Orsi, a quien no podían parar los defensas checos.

El marcador era aún 1-1 al cabo de los noventa minutos de partido. La retaguardia ¡tatiana absorbía -a veces a golpes y zancadillas, sin que el árbitro reaccionaraIas escapadas de los atacantes checos y, animada por el clamor de los hinchas, la selección azul superaba el cansancio de los duros encuentros anteriores y se confirmaba progresivamente en el medio campo la autoridad del argentino Monti. Pero el seguro Planicka –que en Praga tendría un recibimiento de campeónneutralizaba las tentativas de Orsi, Meazza y sus compañeros.

Planicka sólo fue vencido en la prórroga, por un disparo del centro delantero italiano Schiavio quien, con cuatro tantos, compartiría con el alemán Cohnen y el checo Neiedly la condición de máximo goleador del Mundial de 1934.

Alineados junto a Vittorio Pozzo y con la Copa en alto, los jugadores italianos presentaron el trofeo al palco de honor, acompa-ñando el tributo , en la ceremonia de clausura, con el saludo fascista. En tanto, la crepuscular Austria perdía en Nápoles el tercer puesto ante Alemania, 3-2.

Ricardo Zamora , «El Divino»

Nacido en 1901 y formado en el Español, de Barcelona, Ricardo Zamora estaba en su espléndida madurez futbolistica en el torneo de 1934. De gran corpulencia, dotado de excepcionales reflejos y dueño de una técnica perfecta, parecía invulnerable.

A partir de las Olimpíadas de Amberes, en 1920, Zamora intervino en 46 encuentros, internacionales en un tiempo en que no eran frecuentes las confrontaciones de selección, y varias veces fue pasea do en andas por el público al finalizar su actuación. Se retiró de la
actividad en 1936, jugando en el Real Madrid, y fue luego periodista deportivo y director técnico, incluso del equipo nacional español.

Puedes leer aquí: La Copa del Mundo Italia 1934.

Cuando murió, en 1978, las crónicas que en todo el mundo lo despedían coincidieron, muchas de ellas, en que aún se aguardaba el surgimiento del guardameta que lo superase.

Primeras Botas y Botines de Fútbol

Los primeros botines, zapatillas, guayos, pupos, taquetes, tacones, chimpunes, chuteras, tacos o chuteadores.

El primer registro de las primeras botas de fútbol llegó en 1526 con el orden de «botas de fútbol» para nada menos que el Gran Armario del Rey Enrique VIII. Fueron hechos por el cordwainer (zapatero) del rey Cornelius Johnson por la suma de 4 chelines, aproximadamente $ 200 dolares en dinero de hoy.

El fútbol en ese momento era un deporte muy violento, que potencialmente involucraba a cientos de jugadores por equipo. Muchos monarcas habían intentado prohibirlo anteriormente, y el propio Enrique VIII hizo lo mismo en 1540. Sin embargo, el fútbol siguió siendo un juego popular, y a principios de 1800 se fue convirtiendo gradualmente en el deportes como lo conocemos hoy (aunque las botas… no tanto).

En 1800, los jugadores de fútbol solían usar sus botas de trabajo o botas para caminar. Llegaron por encima de los tobillos y tendían a incluir un dedo gordo con punta de acero.

Las reglas que regulan los tacos de fútbol fueron introducidas por primera vez por la Asociación de Fútbol (de Inglaterra) desde su fundación en 1863.

La regla en cuestión, número 13, prohibió todas las botas con «clavos salientes, planchas de hierro o gutapercha en las suelas». A pesar de esta prohibición, 1886 vio la primera introducción de tachuelas en el deporte, como las tachuelas de arranque patentadas por Ellis representadas en un anuncio a continuación anterior a su adopción en los deportes.

Las reglas que regulan los tacos de fútbol fueron introducidas por primera vez por la Asociación de Fútbol (de Inglaterra) desde su fundación en 1863. La regla en cuestión, número 13, prohibió todas las botas con «clavos salientes, planchas de hierro o gutapercha en las suelas».

A pesar de esta prohibición, 1886 vio la primera introducción de tachuelas en el deporte, como las tachuelas de arranque patentadas por Ellis representadas en un anuncio a continuación.

La Asociación de Fútbol no permitió oficialmente esta práctica hasta 1891, momento en el cual limitaron tanto las barras como los montantes a una proyección de media pulgada (1.25 cm) y requirieron que las fijaciones fueran al ras de la suela. También se requería que las barras tuvieran al menos media pulgada de ancho y se extendieran por todo el ancho de la zapatilla, mientras que los tacos tenían que ser «redondos en planta, no menos de media pulgada de diámetro y en ningún caso cónicos o puntiagudos».

Las botas específicamente para jugar al fútbol se diseñaron por primera vez a fines del siglo XIX. Hechas de cuero grueso, estas botas llegaban hasta el tobillo y pesaban 500 gramos cada una (y el doble que cuando las pesaba el agua después de un juego mojado).

Mientras que los tacos de cuero se convirtieron en la norma en el fútbol, ​​los tacos con barras estuvieron en circulación hasta al menos mediados del siglo XX. Dichos tachuelas y barras se clavaron en la suela pero se pudieron romper.

Como lo ilustra el par de zapatos de la década de 1920, los tacos o pernos se repararían sin cesar en lugar de reemplazarse. Debido a que los clavos se clavaron en su lugar, los reemplazos a menudo tendrían que estar en una posición ligeramente diferente y los agujeros que dejaron las uñas viejas eran una característica común de los tacos bien usados.

Tales pernos han estado en constante desarrollo desde su creación. Existieron diversas patentes sobre el uso de los mismo, una alemana anterior en 1925, una patente francesa en 1924, una patente estadounidense en 1922 y una patente británica en 1921. Sin embargo, los métodos de estas viejas patentes generalmente solo tenían fines de reparación.

1930 T-SHAPE – URUGUAY 30

T-SHAPE fue el balón o pelota oficial que se utilizó en el Mundial de Fútbol URUGUAY 1930.

(conoce todos los Balones de la Copa Mundial de Fútbol)

La característica que más resalta en este balón, es su original diseño, realizado exclusivamente para la primera Copa del Mundo. Sus 12 paneles tienen forma de letra “T” Es por este detalle que lleva el nombre de T-Shape (en ingles: Forma de T).

Está hecho de auténtica piel vacuna y tiene una sección cosida a través de la cual se lo infla. En su interior se encontraba la vejiga, la cual, una vez inflada, había que proteger atando con unos cordones de tiento que el mismo portaba para no exponerla al exterior. Este cordon, era de un material llamado tiento, y por sus caracteristicas hacia al cabecear el balo sobre esa parte, doliera e incluso hasta cortara el rostro de los jugadores.

En algunas fotografias de la época podemos ver el uso de boinas o gorras en las cabezas por este motivo.

Puedes leer aqui: Como fue el Mundial de Uruguay 1930.

Cuentan que en la final entre Uruguay y Argentina, al no haber llegado a un acuerdo sobre que balón se utilizaria, decidieron jugar un tiempo con cada uno, sorteándose con cuál se jugaría primero. Es por eso que la Final del Mundial Uruguay 1930 se jugó con 2 balones.

En el primer tiempo Argentina impuso jugar con el modelo que estaba mas familiarizado, el «Players» de 12 gajos, donde terminaria ganando la primera parte por 2 a 1. Luego en el segundo tiempo fue Uruguay quien eligió continuar el encuentro con el modelo T-Shape, logrango la remontada para finalizar con victoria local por 4 a 2 coronándose Uruguay como primer Campeón del Mundo.

Puedes leer aquí: Los Resultados del Mundial Uruguay 1930.

1934 FEDERALE 102 – ITALIA 34

Federale fue el balón o pelota oficial que se utilizó en el Mundial de Fútbol ITALIA 1934.

(conoce todos los Balones de la Copa Mundial de Fútbol)

El Federale 102 estaba comformado por 13 paneles poligonales totalmente cortados, ajustados y cosidos a mano.

La mayoría de los balones en ese momento, tenian una estructura de 12 paneles (como los de la primera Copa del Mundo Uruguay 1930).

El balón Federale 102 incorporo una innovación que consistía en tener los cordones en un panel separado para inflar el balón. Por primera vez los cordones de tiento de una pelota de cuero en la Copa Mundial, fueron reemplazados por algodón marrón, un matarial muy similar a los usados en los zapatos.

Posiblemente resultó ser pequeño detalle, pero indudablemente una gran mejora.