Nacido en Atalaya, España en 1884 era apodado de «El Vasco» por su ascendencia paterna. Laforia fue un pionero en la posición de arquero, defendiendo los 3 palos en 1901 del Sportivo Barracas, en 1904 fue el primer arquero en defender los 3 palos en el primer partido internacional contra un equipo británico, el Southampton.
En 1905 paso a Alumni, donde estuvo tres temporadas hasta 1908 logrando los campeonatos de 1905, 1906 y 1907. Luego, tras un brevísimo paso por Nacional en 1908, un equipo que fue excluido de la Liga, integro el equipo de Argentino de Quilmes de 1908 a 1909, Independiente 1909 a 1911 y por último en Racing de 1911 a 1912.
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Ernesto Escobar Bavio, cronista de «La Nación», y autor del libro «Alumni, Cuna de Campeones» afirmaba:
«Jugaba al arco con chambergo (sombrero) y, debido a su poca estatura, le era difícil llegar al travesaño.
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La razón de porque usaba sombrero, era un efecto psicológico para los delanteros contrarios, ya que segundos antes de un remate hacia su valla, él se lo quitaba y lo arrojaba hacia uno de los palos estimulando inconscientemente el remate hacia ese lugar logrando interceptarlo.
Se ponía contento cuando lo conseguía y él decía que era a fuerza de rodilla. Era una goma, un resorte. Realizaba las estiradas más inconcebibles y era realmente temerario. Con Jorge Brown apostaban muchas veces a quién tocaría con más facilidad y más frecuencia el travesaño: Jorge, con la punta de los pies y Laforia con las manos. Se trataba de un desafío muy desigual, porque mientras Jorge lo hacia todas las veces que se lo proponía, al Vasco le costaba un triunfo: llegaba a veces, y apenas…»
Para Escobar Bavio las cualidades fundamentales de Laforia eran su sangre fría a toda prueba, un golpe de vista magnifico y el perfecto sentido de la colocación.
Era llamativa la seguridad de sus manos para contener fuertes remates, aun los ejecutados desde muy cerca.
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Pero en lo que más se destacaba era en sus salidas del arco, cubriendo a veces toda el área penal y hasta saliéndose de ella con una seguridad extraordinaria.
Su valentía era temeridad para los adversarios, ya que iba al encuentro de los delanteros y les quitaba la pelota de los pies.
De baja estatura, con tupido bigote negro y chambergo de calle, Laforia fue lo que hoy se entiende como un arquero moderno. Y lo fue en los tiempos más antiguos del fútbol argentino.
3 respuestas a «José María Buruca Laforia, El primer arquero argentino.»